𝚄 𝙽 𝙾

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[Cualquier error ortográfico díganme]
                                      


— ¡Hyunjin, maldito desgraciado! ¡Te advertí que no te comieras todas mis galletas! — Grito enojado Felix inflando sus mejillas

—Tu ya estas gordo, mejor me las comía yo— Se burlo el rubio entrando a la cocina en bóxer. Si Felix no lo odiara tanto, seguro se habría sentido atraído por el dios griego con el que vivía. Lástima que lo odia.

—¡Gordo mi trasero!— Le lanzó una cuchara de madera la cual el rubio tomó con agilidad

—Si, también— Río HyunJin viendo como la cara de Felix se ponía roja por el enojo.

HyunJin tenía 24 años y se encontraba terminando su carrera de arquitectura.
Todo lo contrario a lo que su mamá quería, estudio lo que amaba, incluso si eso le quito el apoyo de su madre. Era lo que amaba, y esta vez no se dejaría influenciar por la imponente voz de su mamá.

Trabaja como tatuador para poder mantenerse. No sabia el por qué, pero sentia cierto odio hacia su compañero de cuarto, aunque tenía que admitir que era divertido molestarlo porque Felix enojado era una cosita adorable.

Felix tenia 23 años, estudia literatura en la misma universidad que HyunJin. Trabaja editando novelas para una editorial y aveces en una librería, dependiendo que era lo que su jefe necesitaba. Amaba leer, amaba los libros, le encantaba escribir, su sueño más grande era escribir un libro.

El rubio teñido y sexy que vivía con él, le encantaba sacarlo de quicio, era su actividad favorita al parecer ya que siempre encontraba con que molestarlo.

—¡Hijo de tu madre!— Chilló furioso comenzando a corretear a Hyunjin por todo el departamento, el rubio era rápido y Felix tenía un mal estado físico así que no pudo alcanzarlo.

Se detuvo intentando recuperar el aire, algun día lo atrapara y será el mejor día de su vida.

—¡Uhhh! ¡Mis garritas están que arden, amigos! ¡Y de puntitas, puntitas...!— comenzó a saltar en la punta de sus pies burlándose.

Felix le lanzó una mirada furiosa. Cuando le haga efecto el gimnasio, el maldito se va a tragar sus palabras, y bueno, cuando Felix empieze a ir también.

—¡Oh Dios Mio! ¡Ojalá tengas diarrea!— Respondio enojado. Volvió a caminar a la cocina, pero un llanto lo detuvo.

—Felix— lo llamo

—¿Si?

—Creo que por fin diste a luz

Felix le lanzó un cojín enojado. Hyunjin siempre hacia chistes de Felix embarazado desde que se entero que este podia hacerlo

—¡Callate imbecil!— Lo regaño —¿Recuerdas haber visto algun niño por aqui?

HyunJin negó. El único niño que siempre ve, es a Felix, un niño con mejillas gordas para apretar.

El llanto se hizo más fuerte, cosa que asusto a ambos jóvenes. Salieron disparados por la puerta en busca de donde provenía aquel llanto. Ambos se sorprendieron al notar que se trataba del departamento frente del suyo.

—¿Deberiamos llamar a la policía?— pregunto Felix, ya que el llanto no disminuía.

Hyunjin se encogió de hombros. Se acercó a la puerta y golpeó para ver si se encontraba alguien adentro además del niño que lloraba. Al no recibir respuesta, HyunJin empujó fuertemente la puerta logrando que se abriera. La seguridad de ese edificio era impresionante.

𝙿𝚊𝚍𝚛𝚎𝚜 - 𝙷𝚢𝚞𝚗𝙻𝚒𝚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora