𝙲 𝙰 𝚃 𝙾 𝚁 𝙲 𝙴

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Respiro ondo sintiendo un suave olor a fresas.
Odiaba las fresas, pero amaba el shampoo de fresas de Felix, en realidad amaba a Felix. Estaba abrazandolo por la espalda, encajaban tan bien que eso le confirmaba que estaba hechos el uno para el otro.

Sonrió acercándose más al cuerpo del pecoso que dormía profundamente en sus brazos.
No podía creer que el chico que tenía en sus brazos era su novio, un cosquilleo recorrió su cuerpo de tan solo pensar en la realidad. Desde que dormían juntos empezó con el hábito de despertar antes solo para observar cómo dormía el otro, ver como su boquita se abría lentamente soltando soniditos, como sus mejillas se apretaban haciéndose más grandes. Dios... Amaba a Felix, amaba cada partícula y atomo se su ser.

¿Desde cuando la realidad era más hermosa que el sueño? Porque así era, prefería estar despierto toda su vida con tal de observar como dormía Felix.

Dejó un suave beso en la frente del menor sonriendo. En eso sonó la alarma, lo que lo hizo girarse para apagarla rápidamente antes de que despertará su ardillita —Odio esa maldita alarma— lo escucho quejarse, rodó sobre la cama quedando boca abajo.

Hyunjin rio por su infantil comportamiento. —No tienes porque levantarte, yo hago el desayuno para los niños — propuso poniéndose de pie para ir a la ducha.

—Eso suena increíble, pero quiero despedir a los niños— lo escucho hablar contra el colchón.

Se dio una ducha para despertar, al salir Felix ya no estaba en la cama. Se vistió con unos jeans ajustados y una camisa negra, algo cómodo para su gusto. Agradecía que su jefe le dejara ir como quisiera, pues no podía soportar un traje elegante siempre. Cuando terminó de arreglarse salió a la cocina y encontró a los niños comiendo su desayuno mientras YoungSoo tarareaba una canción. Luego miro a Felix que estaba sentado con sus manos en la mesa sosteniendo su cabeza, estaba totalmente adormilado. Sonrio, Félix nunca había sido una persona madrugadora por eso siempre había tenido clases en las tardes para poder dormir tanto como quisiera.

Se acercó y lo movió lentamente —Mi amor, ve a la cama. — le susurro.

— ¿Cuál llama? — respondió. Los niños intentaron no reír para no despertarlo.

El rubio Sonrió negando para tomarlo en sus brazos y llevarlo a la cama. — Espera, mi beso de despedida — se quejo bajandose de los brazos del mayor.

Los niños se pusieron de pie y caminaron hacia el rubio menor para que besa sus mejillas —Que tengan un buen dia, los quiero con todo mi corazón— les dijo y se lanzó a los brazos de Hyunjin enrollando sus piernas en su cadera.

—También te quiero — le dijo YoungSoo mientras volvia a su desayuno. Minki le lanzó un beso sonriendo y Taeyang le Sonrió mientras Hyunjin lo llevaba a la habitación.

Cuando lo quiso dejar sobre la cama este lo tomó desde su nuca y lo tiro sobre él —Que cariñoso estas hoy.

— Tu me hiciste así, me dices palabras bonitas y me pides ser tu novio....quiero darte muchos besitos— lo tomo de la cara y fue repartiendo muchos besos alrededor de esta. Hyunjin no se quejo y dejó que el otro lo besara cuanto el quisiera.

—¿Que tengo que hacer para que me trates así siempre? — le pregunto devolviéndole todos los besos.

—No llegar tarde con los niños — le respondió. Hyunjin recordó que ya debían marcharse, no quería otro regaño de parte de los prefesores por llegar tarde.

—Adiós bonito, descansa— le dio un beso en los labios y lo acomodo en la cama, cubriendolo con las mantas. El pecoso rápidamente se acomodo para dormir.

𝙿𝚊𝚍𝚛𝚎𝚜 - 𝙷𝚢𝚞𝚗𝙻𝚒𝚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora