Prólogo

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Como cada día, mi vida consistía en despertarme, desayunar y leer. La lectura es mi vida, cada libro un mundo por descubrir y los personajes unos amigos para mí. Hoy me desperté con una sensación extraña como si los libros me llamasen y pedían que los leyera ya.

Hice todo lo que tenía que hacer antes de empezar a leer, me encontraba sola en casa y no tenía nada mejor que hacer que sumergirme en mis libros.

Agarré el primero, observé la portada y olí sus hojas. Esa sensación de libro nuevo era mi aroma favorito. Le di la vuelta y leí su sinopsis. Nunca tuve un género concreto que me encantara más que otro, no juzgaba su portada, simplemente me adentraba en la historia y disfrutaba de pensar que yo estaba ahí para ayudar a los personajes.

Me miré al espejo y vi a la misma chica pelirroja de pelo corto y liso de siempre. Observé mis ojos verdes que estaban deseosos de devorar cada libro de mi estantería. Sonreí al espejo y vi mis pequeñas pecas por toda la cara que tanto me gustaban.

Por último, me até el pelo lo mejor que pude para que no me molestara al leer y comencé con el libro. Comencé a conocer a los personajes poco a poco y sentí que debía ayudarlos. Llegué a un capítulo en concreto y cuando comencé a leer una luz cegadora me hizo cerrar los ojos y cuando los abrí no pude creer lo que estaba viendo. ¡Estaba dentro del libro!

Las mil vidas de NyxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora