UN ALFA PARA NAVIDAD

7

Taehyung estaba en la sala con su familia ayudando a adornar el enorme árbol de navidad mientras Yoongi lo observaba desde el pie de la escalera tratando de grabar cada detalle de ese momento en su memoria, pues no sabia cual seria el resultado de lo que estaba planeando hacer, lo único que sabia es que disfrutaría cada momento con el y haría lo imposible por que Kim Taehyung se enamorara de el.

Aun recuerda la primera vez que lo vio, sin duda su aroma fue lo primero que lo atrapo al entrar a aquel pequeño local para resguardarse de la lluvia, estaba sentado en una mesa junto a la ventana observando a la gente pasar en la calle, mandarinas,  menta y cedro era lo que distinguía.

Llego a la mesa sin darse cuenta, era como si estuviera hipnotizado por ese delicioso olor, su lobo estaba algo ansioso, era como si necesitara estar frente a el, y de repente... Sus miradas se encontraron. Nunca había experimentado nada parecido, las palabras se esfumaron de su boca, su mente no podía pensar en nada que no fuera la belleza de el omega frente a el, y en lugar de que este lo mirara como a un loco y se alejara, le sonrió.

Ese dia logro sentarse con el con la excusa de que todo estaba lleno y hablaron sin parar, tenían demasiadas cosas en común, incluso estudiaban en la misma escuela solo que en distintos grados, Yoongi estaba por graduarse y Taehyung estaba comenzando, la conexión fue instantánea, jamás se habia sentido tan feliz, y en calma.

Si su hermana pidiera explicar como fue conocer a Taehyung el le diría que fue entre begin again y enchanted de Taylor Swift y el sentimiento se comprendería por completo.

A partir de ese dia fueron inseparables, se veían todos los días en la escuela y fuera de ella, habia veces en las que se encontraba pensando en el y de manera repentina aparecía, era como si hubiera un iman gigante que los juntaba, al menos eso pensaba el.

Se dio cuenta que estaba enamorado de el un año después de conocerlo, cuando que uno de los estúpidos novios que Taehyung tuvo lo engaño y le rompió el corazón tan cruelmente que no pudo sacarlo de la cama por casi un mes, cada dia tenia que ir a su casa a obligarlo a comer y ducharse, incluso hacerlo reir le costaba muchísimo trabajo, le dolia tanto verlo asi que se prometio protegerlo de todo lo que podía, comenzó a llevarlo a sus practicas de básquetbol en la universidad, le pedía ayuda para componer canciones, lo complacía en todo lo que pedía, sin darse cuenta que estaba actuando como su pareja en muchos aspectos. Y ahí fue cuando cometió uno de los mayores errores de su vida.

Se sentía tan confundido con sus sentimientos, que comenzó a salir con el primer omega que encontró, ni siquiera era su tipo, era encimoso mimado y grosero con todos sus amigos, demandaba muchísimo tiempo lo cual lo hizo alejarse de Taehyung, y cuando este lo confronto le dijo que ellos no eran nada, no tenia derecho a reclamarle nada por que ellos solo eran amigos y nada mas.

En ese momento no lo supo, pero se arrepentiría de esas palabras cada dia por 5 años, 5 años teniéndolo que ver con un desfile de alfas que no lo valoraban, uno tras otro, pero lo soportaba, por que era su culpa, si el no hubiera sentido tanto miedo el seria el dueño de sus besos, los desayunos, las cenas sorpresas, los regalos, los aniversarios semanales, pero no, a el solo le tocaba limpiar las lagrimas después de cada ruptura, comprar el helado y ver uno y otra vez aquellas comedias románticas que tanto le gustaban al menor, y cada dia su lobo se sentía mas desesperado por tener al omega en sus brazos, cada dia que lo llenaba de su olor por sus abrazos tenia la necesidad de nunca quitárselo.

Quería ser el dueño de su corazón en todos los sentidos y de la misma forma entregarle el suyo pues siempre tuvo su nombre grabado en el.

Y ahora tenia la oportunidad de demostrar que se equivoco, de probar que era digno de su amor, el podía darle todo lo que nadie pudo darle, el lo conocía mejor que nadie, el podía hacer todo por el incluso si lo que Taehyung quisiera fuera que se alejara, lo haría.

Siguió admirando a la distancia a aquel chico que miraba con ojos brillantes como se iluminaba el arbol, posando su mirada un poco triste en cada pareja de su familia que se abrazaba mientras su pequeña primita Lia cantaba una cursi canción navideña.

Fue hasta el y lo rodeo su cintura con sus brazos, posando su barbilla en el hombro del omega, deleitándose del fresco aroma que tanto lo cautivo la primera vez que lo vio, Pudo ver como una sonrisa tímida se asomaba en sus labios, junto con un ligero rubor y para el fue suficiente.