ᴅᴏɴ'ᴛ ʙᴇ ɪɴ ʟᴏᴠᴇ || Bruno Madrigal y tú

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Así que eso fue lo que dijo - bufó molesta la castaña

El joven Madrigal bajó la mirada para ver a la castaña, esta se encontraba con su cabeza recostada sobre las piernas de él mientras acariciaba y jugaba con una de las manos del joven. Bruno la miró preocupado de que estuviera pensando en ir a hablar con la matriarca Madrigal para reclamarle lo de ayer.

Tranquila, ya no importa - dijo Bruno acariciando el cabello de la castaña.

Claro que importa - replicó su acompañante.

La chica dejó de jugar con la mano del chico para entrelazar sus dedos con esta, cerró los ojos y suspiró,  preparándose para lo que iba a decir.

Bruno, no voy a permitir que te sigan tratando así - le dijo suavemente

Estoy acostumbrado, no te preocupes por mi - dijo despreocupado

No deberías estarlo - respondió

La castaña se levantó de aquella posición para sentarse, se acercó al rostro del joven, colocó un mechón de sus rizos detrás de su oreja y dejó un beso en su mejilla.

Lo voy a arreglar - soltó la castaña parándose

Espera, no hagas nada por favor - dijo siguiendola

Bruno no puedo y no quiero no hacer nada - afirmó la joven

La chica comenzó a caminar hacia una tienda mientras el joven la seguía susurrandole que no fuera a hablar con su madre.

No hablaré con ella, tranquilo - soltó con una sonrisa ladina.

Bruno suspiró aliviado y se acercó a la joven para entrelazar sus manos mientras caminaban, llegaron a la tienda, la castaña entró sola por decisión propia. Bruno la esperaba afuera impaciente, la gente lo miraba para ver que era lo que hacía.

La castalla salió sonriente con una bolsa negra que ocultaba el contenido que había dentro.

¿Que es eso? - preguntó curioso

Una sorpresa - dijo dándole un beso en la mejilla - ¿Podemos ir a tu casa?

Claro, pero ninguna - dijo el de cabello rizado

Palabra hacia tu madre por lo de ayer, lo sé - lo interrumpió

Eres la mejor - sonrió tratando de tomar la bolsa para que no la cargara ella

Yo puedo sola, no te preocupes - dijo jalando la bolsa de vuelta

El joven asintió y ambos caminaron hacia la casa Madrigal. La casa los recibió a ambos moviendo las maderas del suelo para hacerlos entrar más rápido.

Adoro tu casa - sonrió aferrándose al brazo de él para no caerse.

Ahora que entraste por la puerta principal le agradas. - dijo Bruno

Ambos subieron al piso donde se encontraban las puertas que daban a las habitaciones de los Madrigal.

Tu puerta es la mejor - dijo _____ saltando emocionada sin soltar el agarrare al brazo del joven.

Bruno comenzó a reír pero fue interrumpido.

Buenas tardes hijo, ¿quién es ella? - dijo seriamente la matriarca Madrigal

Mamá - dijo nerviosos alargando la última a - ella es ______

Mucho gusto suegra - sonrió

¿Suegra? - cuestionó Alma

Es muy bromista - soltó riendo nerviosamente- bueno mamá ya nos vamos.

Bruno tomó del brazo a su acompañante y entró con ella a su habitación.