⌱ Defying death. ℘|℘ 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

Capítulo VIII

— ¡Koo! ¡Ayuda~!

Esos chillones gritos, después de un mes conviviendo con ellos te acostumbras.

Jungkook ni se inmuto cuando escucho ese escándalos grito desde el segundo piso y solo aguardo, con la mente enfocada en ese castillo de naipes que estaba armando desde hacía casi una hora. Como lo esperaba, Taehyung llegó hasta él como un torbellino, e incluso tuvo que posicionarse dándole la espalda para cubrir la brisa que trajo con su velocidad para que su castillo siguiera en alto.

— ¿Este o este?

Como lo espero, no era nada de vida o muerte. Con tanta calma e indiferencia como siempre, Jungkook miró sobre su hombro a ese chico agitado que alzó dos objetos pequeños y alargados con forma de cilindro.

Lo recordó, bálsamos. Esos que Taehyung le había prestado un par de veces después de explicarle para qué servían, pero escondérselos hasta que lo convenció de que no se comían por más que su sabor sea delicioso.

— Uh... — Arrugó el entrecejo. — ¿Cual es la diferencia?

Hasta donde sabía, ambos cumplian la misma función, y en esos cilindros no veía diferencia.

— Este es de vainilla y este de cacao. — Le señaló.

A Jungkook no le sirvió de una mierda, pero aún así lo quiso ayudar.

— Uhm... — Analizó ambas opciones. — ¿El de cacao?

— Mh...

Taehyung observo analitico el cilindro escogido que mantuvo en alto.

— El de cacao hace que mis labios se vean más grandes, creo que es exagerado. Mejor tomaré el de vainilla.

Sonrió satisfecho, y lanzó el cilindro que Jungkook había escogido al sillón, corriendo al baño para aplicárselo.

— ¿Y para qué me preguntas? — Inquirió Jungkook elevando suavemente la voz cuando siguió a ese chico que corrió con saltitos.

Solo fue ignorado por el castaño enfocado en sus labios frente al espejo, y restándole importancia al rodar los ojos, Jungkook continuó con su trabajo. Pasaron unos segundos hasta que Taehyung regreso a la sala frotando sus labios brillosos entre sí, y Jungkook noto su buena vestimenta, perfume extra y una preparación que había llevado unas horas.

— ¿Para que es todo esto? — Quiso saber, sin haber notado lo perdido que había estado todo el día.

— Ya acabaron los trabajos más pedazos de la remodelación de la casa y le prometí a TaeRin que cuando eso pasara pasaría a visitarla.

Cierto. 

Esa pequeña con la que hablaba por su celular cada noche aunque fuesen unos segundos, quien lo extrañaba y le pedía visitarla. Taehyung se la pasaba fotografiando los avances que hacía con sus tíos en la casa mientras Jungkook se escondía, mostrándole que cada vez faltaba menos para verse, y después de un mes Taehyung estaba ansioso por ir a verla. 

— Así que no estaré aquí hasta el Lunes. — Añadió repentino.

Y, agarró a Jungkook desprevenido.