Lo Hice Por Tu Bien. (Sesshome)

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¿Podía mantener su cordura? No, no podía.
Sesshomaru mantenía con todas sus fuerzas aquel instinto de Yakō, pues olor de la Miko se hacía más fuerte cada vez y era algo que no podía evitar.

- Es tiempo de ir Sesshomaru -

Aquellas palabras fueron suficientes para hacer que Sesshomaru perdiera la cordura y Yakō pudiera tomar algo de control y salir del castillo por el ventanal sorprendiendo a todos incluído a Jaken, pues era la primera vez que su amo hacía algo así.
En todo el trayecto Sesshomaru solo pensaba que ella estuviera ahí y que sus instintos no le fallaran al entrar al bosque evito fácilmente a Inuyasha entrando al pueblo y caminando por los alrededores miraba a cada dirección, hasta que encontró el lugar, en lo más alejado del pueblo se encontraba la cabaña y para sorpresa de él está se encontraba abierta, por un momento pensó que ella estaba con alguien más, pero ahí solo estaba su olor y el de ella, así que entro y siguiendo aquel esquisito olor se dirigió a la habitación más grande donde entro y la vio sentada en el ventanal mirando la luna.

- Miko - llamó.

Kagome sorprendida por la voz que tanto anhelaba volteó lentamente hasta toparse con esos ojos ámbar qué tanta falta le habían hecho.

- Sesshomaru - susurró.

Aquel emotivo encuentro fue bien recibido por ambos amantes que en sus corazones se extrañaban con tanta fuerza, pero fuera de la cabaña aquella mujer sonreía por el nuevo avance que estaba dando para evitar la tragedia que estaría por desatarse.
En la habitación tanto Kagome como Sesshomaru se habían entregado y habían confesado lo mucho que se habían hecho falta el uno con el otro que sin dudar o pensar Sesshomaru marcó a Kagome como suya, como su mujer y compañera, pero aún no todo era color de rosa y Kagome debía de decirle a Sesshomaru sobre su hijo.
En la mañana el sol brillaba con todo su esplendor y ambos amantes se vestían como la primera vez sin decir nada, hasta que.

- ¡Madre! - llamó.

Sesshomaru sorprendido miro a Kagome y está solo se encontraba nerviosa sin saber que decir, hasta que Nao entro a la habitación donde se sorprendió al ver a aquel hombre que una vez lo salvó.

- Sesshomaru-sama - dijo sorprendido.

- ¿Nao? - preguntó.

Ambos Daiyokais miraban a Kagome esperando respuestas, pero ella solo comenzó a llorar.

- ¿Miko? - preguntó serio.

- Nao déjame hablar primero con Sesshomaru - pidió secando sus lágrimas.

- Pero... -

- Has caso y no le lleves la contraria a tu madre - dijo serio.

Nao por primera vez se sintió inferior que solo salió de la habitación para esperar.

- ¿Qué significa esto? - preguntó serio.

Sesshomaru se sentía mal, engañado y ofendido por lo que acababa de pasar, pero debía esperar la respuesta de su ahora compañera de vida.

- Puede que noe creas, pero el es tu hijo - respondió.

- Eso es imposible - dijo - Sin la marca no hubieras podido vivir -

- Así lo fue - dijo entre lágrimas - Cuando tuve a Nao casi muero, pero como el tiene tu esencia eso hizo que parte de ti no dejará que muriera -

Kagome le explicó todo a Sesshomaru, desde cómo supo que estaba embarazada, hasta como llegaron ahí y como le mintió a su hijo para protegerlo, Sesshomaru que escuchaba todo entendía por un lado a Nao y el porque de su enojo, pero por el otro entendía a Kagome, pues una madre siempre hará lo que sea por su hijo aún cuando sea mentirle.

- El día que lo encontré tenía tu olor, pero jamás me di cuenta de mi escencia porque estaba herido - mencionó - Ahora que lo recuerdo realmente tenía semejanzas a ti -

- Aún que es más parecido a ti - dijo limpiando su rostro - Bueno Nao debe estar esperando respuestas -

Sesshomaru asintió y dejo que Kagome saliera primero para después el, cuando ambos salieron de la habitación se dirigieron a fuera dónde Nao esperaba sentado bajo un árbol.

- Nao - llamó.

Nao rápidamente se levantó y se dirigió con su madre sin dejar de ver a Sesshomaru.

- El es tu padre, el es el Lord del Oeste Sesshomaru Taisho - dijo mirándolo - El es quién habías querido conocer hace tiempo -