Mi ¡¿Hermano Menor?!

¡Llegando a un nuevo mundo!

-Athy, estoy cansado - dijo el pequeño principe de cabellera dorada y ojos rosas enjoyados recargado en su hermana.

Athanasia solo acarició la cabeza del menor con una ligera sonrisa, era la primera vez que tenia un hermano y le encantaba. Recordaba la primera vez que lo vio, tras un par de días de su llegada en este mundo, otra mucama había dejado a otro bebé junto con ella, el pequeño estaba tranquilo durmiendo, ella lo veia curiosa por su repentina aparición, estiró una de sus manos en un intento de tocar la cara del bebé, pero por escasos centímetros no lo lograba.

-¿le agrada, princesa? Este es el principe Elián, su hermano menor- dijo Lilian.

Sip, hermano menor solo por unos escasos minutos, Elián de Alger Obelia, ese era su nombre, se sorprendió al saber en que mundo estaba y quien era ella, más porqué el personaje de Elián nunca existió, al menos que hicieran un segundo libro que ella no haya leído, actualmente solo tenían cuatro años y entre los dos, ella era la unica que esta no era su primera vida, ahora no solo tenia que salvarse ella ¡sino también a a su pequeño hermano!

Paso 1: crece correctamente.

Paso 2: Ahorrar suficiente oro y joyas.

Paso 3: ¡Toma a Elián y escapen de ahí!

Ese era su plan para evitar su muerte y tal vez la de su hermano también. Esta vez no estaba sola y lo cuidaria muy bien.

-¿Crees que las hermanas nos den dulces?- pregunto curioso Elián viendo a su hermana que todavía acariciaba su cabeza.

-Tal vez- dijo Athanasia, ambos se levantaron y fueron a buscar a sus "victimas".

-Eli y Athy quieren chocolate, por favor- dijo Athanasia extendiendo sus manos junto con Elián a una mucama.

-No, no, Lilian dijo que no les diéramos más dulces- dijo intentando ignorar las suplicas de los menores. Claro hasta que no pudo más y les entrego chocolates.

-¡Gracias hermana!-

Aquellas mujeres que anterior mente los habían ignorado habían caído completamente en su pequeño encanto, Elián metió sus chocolates a la boca con una pequeña sonrisa de victoria por cumplir sus objetivo.

-Oye ¿Qué haces? Lilian claramente dijo que no les dieramos ningún chocolate- dijo otra mucama llegando.

-¡Corre Athy!- dijo Elián tomando a su hermana de la mano y salir corriendo de ahí, no queria que lo regañaran.

Aunque ambos habían escapado no habían tardado en encontrarse con Lilian que los regaño, Elián era alguien con mucha energía...demasiada mejor dicho, era una de las razones por las que el consumo de dulces del menor se habia reducido.

-¡Elián quiere salir a jugar al jardin!-

No hace mucho que Lilian los habia regañado y ahora el menor se encontraba corriendo y saltando por todo el cuarto mientras esperaba que su hermana saliera de bañarse.

-¿Principe, no quiere mejor jugar adentro? se acaba de bañar- dijo Hanna, ella era la persona que les había dado los dulces casi a la hora de dormir, por eso ella estaba cuidando al principe en estos momentos de energía.

-¡No, quiero jugar en el jardín!- se acosto en la cama de un brinco que lo mando al suelo de nuevo-... por favor

Rápidamente olvido su petición cuando una cobija cayó encima de él por la misma fuerza que lo tiro de la cama, movia rápidamente sus manitas y piernitas jugando bajo la cobija, parecia uno de esos escarabajos que por su cuerpo no podían darse la vuelta cuando estaban boca arriba y movian desesperadamente sus patas en busca de algo de que sostenerse, las risas del menor no faltaban al estar divertido en su juego. Quién sabe lo que pasaba por la mente del menor que tanto le divertia una cobija sobre él.

Lilian llego con Athanasia recién bañada en brazos, ambas miraron a la cobija que se movia y reía mientras Hanna recogia el desastre que el principe había causado.

-Parece que a nuestro principe le gusta su cobija- dijo Lilian divertida.

El movimiento debajo de la manta se detuvo y la cabeza de un energético Elián fue lo que se asomó, este asintió ante las palabras de Lilian. Aunque Athanasia no entendia lo que entretenia a su hermanito le divertía verlo de ese modo.

El extraño juego de Elián duro solo un par de horas más antes de que se quedará dormido.

A la mañana siguiente, Elián despertó a Athanasia dando brincos en la cama.

En cuanto terminaron de que los arreglarán y de desayunar salieron al jardin, ambos corrían de un lado a otro persiguiendose y jugando entre si. Lilian veía esto recordando la vez que se entero del embarazo de Diana, especialmente la emoción de ella al enterarse que iban a ser dos.