III

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Un teléfono sonó y despertó a los jóvenes, era el de Armando, tenía veintitrés llamadas perdidas, debe de ser algo importante, sin alejarse de Beatriz atendió.

- ¿Hola?. - Pregunto Armando, ya sabia quien iba a contestar, pero lo ultimo que quería fue incomodar a Beatriz.

- ¡Hasta que te dignas a contestar! - Respondió molesta la ojimiel.

- Perdón me quede dormido.

- Si, la pregunta es con quien. - Dijo la pelinegra sarcásticamente.

- ¡Ay por Dios! Estoy demasiado cansado, hablamos mañana. - Y sin darle tiempo para responder, el accionista corto, era la primera vez que el dejaba con la palabra en la boca a Marcela, pero no le interesaba, todo con tal de estar con su Betty.

- Era Doña Marcela ¿No?. - Pregunto la azabache.

- Si. - Ninguno de los dos dijo mas nada, quisieron disfrutar un rato más el tacto, el accionista posicionó su mano en los muslos de Beatriz, mano que dio un recorrido adentro del camisón que traía, hasta llegar a su abdomen, confirmó que le encantaba el tacto de su asistente, mientras que ella seguía acariciando su cabello.

La hora los detuvo eran las doce de la noche, ¡Dios Mío se habían pasado de la hora!, rápidamente Beatriz se vistió con las ropas de antes, mientras que Armando se ponía el saco y los zapatos.

Ya estando en el carro, los dos se encaminaron a casa de Beatriz, debes estar confundido, con ganas de saber cómo llegaron hasta aquí, hasta confirmar su amor, ¡Genial! ¡Te cuento!.

El día del Malestar:

Beatriz salió del cuarto hospital donde la habían atendido, aunque todavía mantenía esa mirada perdida y ese tono pálido, pero al menos podía caminar, se acercó al accionista y le dijo.

- Muchísimas gracias Doctor.

- No hay de que.

- ¿Cuanto le debo?. - Le preocupaba que el haya gastado mucho en ella.

- No, nada.

- Enserio, cuanto le debo.

- Betty - posiciono sus manos en los hombres de ella y dijo - No hay nada más importante que su salud, además, sería malo de mi parte, después de todo, usted es la que mantiene mi empresa a flote, usted hace el trabajo de tres secretarias y un asistente de presidencia, ¡Es mas! Desde este momento le hago un aumento de sueldo- Rio.

- Gracias Doctor. - Dijo entre leves risas.

Los dos caminaron hacia el carro, el se dirigía hacia la casa de Beatriz, solo que ella no sabía.

- Doctor, por aquí no está Ecomoda.

- Usted tiene que descansar Betty, lo qué pasó hoy fue una subida de presión debido al arduo trabajo, yo creo que es mejor que descanse.

- Gracias Doctor.

- Deje de agradecerme, es lo menos que puedo hacer, creo que usted sabe muy bien por ¿no?- Dijo guiñando un ojo, mientras él soltaba una pequeña risa. Al llegar a la casa Beatriz se despidió con un "Hasta mañana, y muchas gracias de nuevo" el respondió con un beso en la mejilla y una sonrisa, provocando un sonrojo departe de ella, corriendo con su de una adolescente se tratase a su casa, el cerro la puerta del carro y mientras en su cabeza sonaba "Te has enamorado por primera vez, y de Beatriz" no le disgustaba nada la idea, la verdad.

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JAJAJAJAJJAJSJSJ AHORA SE MUEREN DENLA INTRIGA XD

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