IV

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Al siguiente día, Betty estaba bajándose de un taxi mientras que sus amigas caminaban como era de costumbre hacia Ecomoda, cuando la vieron corrieron hacia ella, aun tenía un leve dolor de cabeza pero era manejable, el dolor aumentaba cuando sus amigas le hacían varias preguntas.

-¿Ya se siente bien? - Dijo Aura Maria.

- ¿No abra comido algo malogrado? - Dijo Sofía.

- No creo, ya estaría en el baño - Dijo Betty.

- Igual, le prepare un tecito para que se lo tome, esta calentito, pero Betty, usted no ha estado comiendo almuerzo últimamente, ¿Será por eso?. - Dijo Inésita dándole un termo, el acto hizo que la azabache se muera de ternura, a lo respondió con un "Gracias" y una tierna sonrisa.

- Tengo mucho trabajo, no tengo tiempo ni de cenar. - Respondió Betty.

- Bueno desde ahora nosotras la vamos a jalar, así sea de los pelos, pero va comer su almuerzo. - Aura Maria entre risas.

- Si, está avisada. - Dijo Sandra.

- ¿Y le duele algo? - Pregunto Mariana.

- Un poco la cabeza.

Armando salió de su auto y se sorprendió al ver a Betty parada en la puerta de Ecomoda, debería estar en cama descansando, el se dirigió al grupo de mujeres y le hizo una seña a Beatriz para que subiera con el, seña a la cual ella respondió asistiendo con la cabeza y dirigiéndose al lado de su jefe. Aún vez en presidencia, ella entró como era de costumbre al hueco que tenía de oficina, lo que no se percató era de Armando había entrado por detrás y cerraba la puerta.

- Beatriz.

- ¿Don Armando, Que necesita? - Pregunto parándose de su silla y algo sobresaltada.

- Usted debería estar en su casa, acostada en su cama y durmiendo.

- Doctor ya no me siento mal, ademas hay mucho trabajo por hacer.

- Si pero su salud es más importante o a mí me importa más su salud. - Dijo Acercándose peligrosamente a Beatriz.

- Es q-que ya me siento mejor- hablo tartamudeando por los nervios que sentía al tenerlo cerca.

Los estaban apunto de besarse, sus labios estaban a centímetros de tocarse, sus labios se hubieran encontrado si no fuera por Marcela, la cual abrió la puerta, pero los dos jóvenes fueron más rápidos y se separaron antes de que ella lo notara.

- Y bueno Beatriz quiero que haga eso y el encargado que le deje ¿Quedó claro? - Hablo disimulando.

- Se lo tengo todo listo esta tarde. - Respondió la azabache como siempre.

- Hola Armando, no viniste a saludarme a mi oficina - nota la presencia de Beatriz - Hola Beatriz, ¿Se siente mejor? - Pregunto con la respetuosa forma en que la taraba.

- Si ya mejor, gracias - Dijo bajando la cabeza.

- Marce espérame en tu oficina, en 5 minutos voy. -Y sin decir nada más Marcela se fue dejando nuevamente la puerta cerrada.

Armando aprovechó la oportunidad para abrazarla fuertemente, debido a la pequeña estatura de Beatriz ella estaba prácticamente colgando, sus pies no tocaban el suelo, así que ella se sostenía de su espalda.

- Recuerde que usted hace mucho por el resto y poco por si misma, no se exigía mucho ¿De acuerdo?. - Ella solo se limitó a asentir con la cabeza.

El la dejó de abrazar para luego darle un beso en la frente y luego uno en la mejilla, saliendo del hueco y dejando a una Beatriz acalorada y confundida, en su estómago las mariposas revoloteaban felizmente, ¡Dios mío! ¿Que acababa de pasar?.

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Chicos estoy dando el contexto de lo qué pasó para llegar al punto del capituló II , cuando diga "Actualmente" es que regresamos a los hechos de ese capítulo (espero me entiendan)

Sin mas que decir los dejo dormir, Byeeee

Malestar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora