RAMÉ: Caos y Belleza

Capítulo 20

Llevaban ya cuatro días en Cancún y la verdad es que no salieron mucho, no podían ni querían dejar de sentirse en aquel hotel que tenía de todo. Les parecía una falta de respeto no probar cada rincón de aquella enorme habitación.

Pero esa noche se propusieron ponerse elegantes y bajaron a cenar al restaurante. Estaba lleno, como era de esperar, y todas las personas estaban bastante arregladas.

Se sentaron en la mesa decorada con velas y una flor en medio y pidieron lo que querían tomar.
En la mesa de al lado había una pareja que no dejaba de mirarlas, Luisita se dio cuenta primero y se lo comentó a Amelia, no quiso darle mucha importancia hasta que esa pareja se presentó.

- Disculpen que las interrumpamos, pero mi mujer y yo teníamos curiosidad por conocerlas.

Las recién casadas se miraron algo desconfiadas con aquellos desconocidos.

- Perdonar a mi marido.. Yo soy Guadalupe y mi marido José Luis, es escritor, va a empezar una nueva novela y al verlas a ustedes digamos que le vino la inspiración. Disculpen de nuevo.

- Oh gracias - habló primero Luisita ya más tranquila. - Qué honor serle de inspiración.

Amelia seguía en silencio.

- Nosotras somos Amelia - señaló a su mujer que les respondió con una sonrisa. - Y yo Luisa pero me llaman Luisita. Estamos en nuestra luna de miel. - Le agarró la mano a Amelia que poco a poco se le iban pasando los nervios.

- ¡Enhorabuena! - exclamó la mujer.

- Gracias - Habló Amelia por primera vez.

- ¿Os importa que nos sentemos con vosotras y os invitemos a una copa? Por la intromisión en vuestra cena. - Preguntó el hombre mirando a ambas.

Las chicas se miraron y se contestaron con una sonrisa.

- Claro - les señaló las sillas.

Así es como empezaron a enlazar una conversación con otra, haciendo que los nervios del principio se pasaran y crearan un buen ambiente donde la confianza ya empezaba a surgir.

Quedaron al día siguiente invitándolas a pasar un día turístico.
Les tocó madrugar para hacer su primera parada en Chitzén Itzá, el yacimiento maya más importante de México y una de las siete maravillas del mundo, después volvieron para conocer Cancún ciudad parando en el Parque de las Palapas donde comieron deliciosamente.
Después de comer cogieron un barco para llegar a Isla Mujeres e Isla Contoy, que cómo les dijo el matrimonio eran imprescindibles para conocer.
Ahí pasaron la tarde, entre conversaciones y conociéndose mejor.

- ¿Y como decidiste ser escritor? - Preguntó Luisita con interés.

- Desde pequeño siempre me ha gustado escribir, cada cosa que veía o cada pareja que veía me formaba mi propia historia y lo escribía. Hasta que decidí hacerlo todo más profesional.

- Eso debe ser maravilloso... - Se quedó pensativa.

- ¿Tú también quieres serlo verdad? - Preguntó sabiendo la respuesta.

- ¿Y desde cuándo actúas tú? - Preguntó Amelia a la actriz ya con más confianza.

- Desde los ocho años. - Contestó con una sonrisa.

- ¿Y no estás cansada de trabajar siempre en lo mismo?

- ¿Y tú lo estás? - Preguntó sabiendo la respuesta.