01: PRIMER AÑO

5.3K 538 249
                                    

—Kageyama.

—¿Qué?

—Beso.

Sentir los labios de Kageyama sobre los míos era lo mejor del mundo.

Felizmente, ya llevábamos dos semanas como novios y todo iba de maravilla. Kageyama parecía ser más suelto y muy cariñoso, aunque casi siempre cuando estábamos solos. En público, solo me tomaba de las manos y me abrazaba. Creo que le da vergüenza demostrar afecto.

No como a mí...

Oh, tengo que ser sincero. Amo besar a este chico, al igual que amo abrazarlo y decirle todas las noches cuánto lo quiero. Probablemente estoy quedando como el adolescente con mayor intensidad del mundo pero... ¡No importa! Estoy saliendo con Kageyama y eso es lo más importante.

Sin embargo, toda la alegría tendrá una parte oscura. Y necesito —realmente necesito— expresarme aquí, ahora mismo:

Kageyama y yo no hemos dormido juntos.

¡Y no hablo de eso! ¡Claro que no! Me refiero que él no se ha quedado a dormir a mi casa y yo tampoco. Cielos, ni siquiera conozco a su familia. Él dice que teme presentármela y que lo hagan pasar vergüenza, así manteniendo en secreto quienes viven con él. Sé que tiene a su madre y a su hermana, sin embargo nunca habla de ellas.

Debo ser sincero, realmente amaría poder estar en la misma cama que Kageyama por toda una noche. Quiero que me abrace y abrazarlo, ¡quiero darle un beso de buenas noches!

Pero se niega.

—Vamos, Kageyama... —rogué tirando de su brazo mientras volvíamos a casa después de la escuela. Él podía negarse todo lo que quisiera, mientras que yo no dejaría de insistirle. —¡Preséntame a tu familia!

—No.

—¿¡Por qué!? —preguntó indignado. Él me miró de reojo y suspiró.

—Porque me avergonzaran a ti y a mí. —explicó, metiendo sus manos en sus bolsillos—. No estoy preparado para que te muestren fotos de cuando yo era bebé y no usaba ropa.

Solté una risa—. No seas tan tonto, Kageyama. —entrelacé nuestros brazos y seguí caminando pegado a él—. No tengo problema con verte así. —dije con una sonrisa pícara.

Rodó sus ojos—. No seas tan molesto.

—¡Solo déjame conocer a tu familia! —exclamé otra vez, sacudiéndolo. Él negó, parecía que ya se había acostumbrado demasiado bien a mi carácter. —¡No es justo que tú conozcas a la mía pero yo a la tuya no!

Se encogió de hombros.

—¡Kageyama! —fingí estar molesto, quizás con eso ablandaba su corazón.

—Ya dije que no.

—¡Iré a tu casa sin permiso y ya verás...! —me solté de él, ahora sí estaba molesto.

¿En serio tenía tanto problema de mostrarme a su familia?

No obstante, seguí caminando a su lado, solo que de brazos cruzados y con un puchero en mis labios. Parece que notó que no iba a hablar por lo que restara del camino.

—¿No vas a hablar? —Se atrevió a preguntar.

Fingí ignorarlo.

—¿Eso significa que estás enojado?

Otra vez, callado.

—Hinata... —murmuró, mirándome con cansancio. Soltó un suspiro y se detuvo, yo hice lo mismo; quizás porque quería saber qué es lo que iba a hacer ahora. —¿En serio no me hablarás hasta que te presente a mi familia? —Lo miré fijamente, con esa mirada que intimida a media población. Suspiró—. Está bien, si así lo quieres...

Cuando tomó mi mano, mis mejillas ardieron al instante. Él comenzó a caminar rápidamente, haciéndome difícil seguirle el paso.

Puede que yo sea siempre el que hace todo primero, pero simplemente lo hago por los nervios y por el simple hecho de que ante ellos no puedo mantener mi boca cerrada. Ahora mismo, con cada toque de Kageyama sobre mi cuerpo, hacía que mi piel se erizase y mis mejillas se pusieran rojas al instante.

—¿A dónde vamos Kageyama? —pregunté sintiéndome realmente confundido.

¿Y ahora a dónde me está llevando este idiota? Mamá se molestaría si llegaba tarde a casa sin avisar...

—¿Querías conocer a mi familia? —preguntó sin mirarme.

—Uh... ¿sí? —contesté con una mueca.

—La conocerás ahora mismo.     

Crónicas de una Pareja Primeriza | KagehinaWhere stories live. Discover now