Threesome Second Season.

8

Sebastian.

Estabamos en un viejo almacén contando el dinero, con Sheidelbaum, el judío que me había ofrecido sus servicios, confiamos en el, y comenzamos a contar el dinero, billete por billete apoyándonos también de una máquina de contar dólares.

Yo y Chris contábamos el dinero junto con el judío y uno de los hombres que lo acompañaba charlaba con Tom.

- Trabaje de actor en Puerto Rico unos años, seguro me viste con Marlon Brando — relataba el hombre. - Sabes éramos muy buenos amigos, yo era su chófer.

- ¡Ja! ¿En serio? — Tom burlón.

- Si... filmamos juntos en Cartagena...allí de filmó

- ¿Si? — Tom.

- Gillo Pontecorvo fue el director, era Italiano...

- Es todo háblame sobre el...— Tom.

- ¡Claro! ¡También conocí a Paul Newman! — presumió. - Trabaje con el en Tucson ¿La conoces?

- ¿En serio? — Tom. Rode los ojos pues no se callaban.

-  ¿Conoces a Benny Álvarez? El de Tucson...— Hiddleston.

- ¿Benny Álvarez? Mhhnnmm no....

- Es un buen tipo — Tom.

- Te creo...— el hombre.

- 283 mil 107 dólares 65 centavos — Sheidelbaum - ¿Quieren un cheque de la compañía? ¿Lo quieres?

- Yo conté dos, ocho, cuatro punto seis — dijo Chris ignorando su pregunta.

- Eso no es posible la máquina no comete errores — Sheidelbaum.

- Contemos otra vez — dije.

- Oh no, vamos amigo ¡Porfavor! — Sheidelbaum.

- Negocios son negocios — Tom.

- Aquí faltan mil 500 dólares — Chris.

- Está bien, será tu cantidad, no me importa — Sheidelbaum cedió.

- Yo lo contaré por ti — le dije.

- ¡No porfavor! Haré el cheque ¿A nombre de quién lo quieres? — Sheidelbaum preguntó, y mire a mis dos hermanos, haciendo un gesto los tres ya sabíamos lo que diríamos.

- Vienes raíces Evans. — respondí.

- Vienes raíces Evans — dijo mientras escribía sobre el papel.

- Dos, ocho, cuatro — dijo Chris para afirmar.

- Doscientos ochenta y cuatro mil seiscientos  — anotó la cantidad.

- ¿Cómo es que no conoces a Benny Álvarez?, el y yo almorzamos juntos, ¿Si? Pero el me debería de conocer a mi....pregúntale — Tom siguió con su tema de conversación.

Pasaron dos horas, estábamos todos cansados, nos dolía la espalda y cabeza.

- ¿Cuánto llevamos? — Sheidelbaum se levantó para sobar su espalda.

- 7 cheques, un millón, trescientos veinticinco mil, seiscientos veintitrés — habló su ayudante.

- 200 mil más y luego iré al baño — Chris.

Sheidelbaum se agachó, para amarrar su acetato, y al levantarse ya estaba apuntándome con un arma, su acompañante le apuntaba a Tom directo en la cien.

- ¡Levántate las manos arriba! — nos ordenaron a mi y a Chris, íbamos a sacar nuestras armas pero tres hombres más entraron a la habitación.

- ¡Las manos contra la pared! — me moví poco a poco.