Threesome Second Season.

18

Tom.

- ¿Cómo vamos a hacer esto?, no tenemos protección — Sebastian.

- Podemos ir los tres, debemos hacerlo por ella — Chris.

- Llevamos dos días sin hacer una mierda, intentando planear algo bueno, solo vayamos allí, entremos por la puerta que da al callejón donde botaban la basura y saquemos toda la mierda que quiere, y dejara libre a ______ es todo, no nos meteremos en más problemas. — dije.

- No creo que sea tan fácil como lo imaginas — Chris.

- No creo que tengan a militares cuidado las entradas — hablé.

- ¿Entonces que haremos? — Chris.

- Tu te quedarás cuidado en la esquina del callejón, Sebastian y yo entramos y sacamos los costales con la heroína, Rob nos esperara en la siguiente cuadra con el auto y listo — planeé.

- ¿Cuando? — Chris encendió un porro de Cannabis.

- H¡oy mismo, no dejaremos pasar más tiempo para que le hagan lo mismo que le hizo en hijo de perra de Daniel! — exclamé.

- Si quiera debemos esperar al anochecer — Sebastian.

- Eso es obvio, no lo haremos por el día a la vista de todos. — dije. - Esperemos a la noche, todo saldrá bien.

Quite el porro de la boca de Chris y me aleje de él fumandolo.

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Sebastian.

Así lo hicimos, esperamos a que el sol cayera.

Rob condujo uno de los autos, una de las pocas cosas que nos quedaban.

Nos dejó una cuadra antes y caminamos discretamente, no había nadie caminando por las aceras, los locales cercanos cerrados, todo era silencio.

No nos sorprendió que no hubiera ningún guardia o policía cuidado el lugar, solo tenía miles de señales de clausurado por todas partes.

Caminamos por el callejón que daba a la puerta trasera, estaba lleno de basura, u apestaba, ratas y cucarachas en el suelo, unas muertas y otras vivas.

Antes de entrar con Tom, volteé y mire a Chris, haciendo una señal que solo los tres conocíamos, el asintió con la cabeza.

Teníamos cada quien un arma.

Con cuidado y precaución caminamos por dentro, dándonos cuenta de que no había nadie allí, más tranquilos nos dirigimos a la bodega donde guardabamos todo.

- Está cerrado — dijo Tom intentando girar la perilla de la bodega.

- Hazte a un lado, voy a dispararle — dije.

- Harás demasiado ruido y notarán que estamos aquí — Tom.

- ¿Tienes otra opción? — fruncí el ceño.

- No....— bajo la cabeza negándose - Bien....hazlo, tomamos la heroína rápido y corremos, por precaución — me dijo.

Se hizo a un lado y apunte directo a la perilla.

- Uno....— susurró - Dos....tres — dispare.

Y detonó, el eco se escuchó por todo el lugar, de inmediato entramos, dispuestos a movernos rápido.

- ¿Que mierda? — Tom.

Lo que antes era una bodega, llena de cualquier narcótico que pudieras imaginarte ahora era nada.