Threesome Second Season.

33

Chris.

Había pasado poco más de tres horas después de lo que dijo ________ y comenzaba a preocuparme.

Sebastian no estaba dispuesto a hablar conmigo, dijo que esto lo hablaría con ______ cuando regresara. Así que no le insistí más.

Son pensarlo más tome uno de los autos y conduje a buscarla por todo Boston, no había llevado seguridad con ella y tenía que algo le pasará.

Mientras conducía, intentaba llamarla, más de 30 llamadas y a ninguna atendió.

Estuve dos horas fuera buscándola, no la encontré así que decidí regresar a casa y pedirle a Sebastian ayuda.

Estacione el auto rápido y entre corriendo a la casa.

Pero cuando llegue ella estaba haciendo un berrinche en la cocina con la mucama.

- ¡Cómo puede ser que en mi maldita casa no haya leche destalctosada! ¡MIERDA! - tiro uno de los jarrones que estaba sobre un pilar.

Corrí donde ella y le tome la mano, ella se calmo de inmediato.

- Siento mucho lo que pasó - le dije a la mucama.

- No hay problema Señor Evans - aún temerosa comenzó a levantar los pedazos del jarrón.

- ¿Que pasa contigo? - cargue a ______ y subí las escaleras con ella en brazos.

- ¿Está bien? - Sebastian salió de su habitación.

- Está ebria voy a llevarla a recostarse, olvide decirle a la mucama que le suba un té, ¿Podrías? - le dije.

- Si....si...- bajo las escaleras en dirección a la cocina.

- Pensé que estarías enojado - dijo con la voz entrecortada.

- Estaba preocupado, es todo - le contesté.

Abrí la puerta de su habitación y la dejé en la cama suavemente.

- ¿Dónde estabas? - pregunté.

- Encontré a Downey....fuimos a comer y....- se quedó callada por un buen rato, estaba a punto de dormir.

- ¿Y que? - dije antes de que cayera dormida.

- Me invito a tomar un trago....

- ¿Solo uno? - reí.

- Si....solo tome un trago - sonrió y cerro los ojos, cayó rendida.

- Aquí está el té - Sebastian entro a la habitación con una taza en mano.

- Hay que dejarla descansar - le dije, el dejo la taza en la mesa de noche y ambos salimos.

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T/n.

Desperté y era la peor resaca que había tenido en mi vida, no recuerdo haber tenido una así desde la primera vez que me emborrache.

Estaba cansada, debil, sedienta, con dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, dolor de estómago y sensibilidad a la luz.

Me senté en el borde de la cama y no podía aguantar si quiera tener los ojos abiertos.

- Mierda - talle mis ojos e intente levantarme.

Pero caí, mis piernas no respondían como debían.

No busque manera de levantarme era inútil.

Hasta que alguien abrió la puerta desesperadamente.