Pregnant by my ex Brother-in-law || Nomin

11

¿¡Cómo diablos sabía eso!?

Disimulado intenté olerme pero no había nada, en la mañana me aseguré de cubrir perfectamente la hinchazón y ni siquiera había pasado una hora en la escuela.

Fingí burla a pesar de en el interior morirme de nervios –¿Ja, un hijo? Tu padre sí que te consigue buena mercancía. Cuando quiera mandarme tremendas burradas le compraré un poco. Con permiso-

Soltó una carcajada, aún sin dejarme ir – No quieras hacer papel de idiota, tengo informantes en cada rincón de Seúl. Ya no hay JeonSeok que te proteja, entonces propongo un trato. Esto se mantendrá entre ambos a menos que – puso una hoja toda rayada frente a mis ojos – empieces a trabajar YA

Me cubrí los oídos apenas estuve libre, esa horrible sensación de estremecimiento. Odio, odio los rangos.

–Entonces ¿Aceptas? ¿O anuncio un próximo baby shower por la sala de radio?

–... Acepto – a regañadientes, pero que quedaba

–Listo, un gusto hacer negocios contigo Jeul-ie – sacudió mi cabello y se fue

¿Por qué todos los alfas con los que tienes contacto son unos idiotas? ¿Así los prefieres o cómo?

–Cállate. A este punto creo que mejor debería meterme a un internado de omegas.

La campana sonó y me apresuré a encontrar mi aula, felizmente el profesor aún no llegaba e ignorando la nada disimulada sorpresa de mis compañeros me senté a esperar.

🍼

Baño, reencuentros breves con mis profesores y caminar "libremente" por los pasillos al saber que JeonSeok no había venido. Esa era la actualización de mi día.

Para los recreos no había llevado comida y tampoco tenía dinero, así que me dediqué a avanzar la tarea del idiota en la biblioteca.

–Veamos. Mhm, ajam... Ah, esto es fácil

Trabajé en una computadora hasta el fin de receso, sintiendo las consecuencias de exprimir mi cerebro sin haber ingerido nada.

¿Cómo se puede querer vomitar si ni siquiera has comido?

–Carajo. Bueno, a guardarlo en el USB

Sólo al palpar mis bolsillos recordé que no tenía una memoria donde archivar la tarea. Entré en pánico, yo era hombre muerto si no encontraba una solución ya.

–Señora Ahn, buenos días. Que encantadora se ve – saludé a la bibliotecaria la cual me recibió con su arrugada y desinteresada cara

–Que quieres

–¿De casualidad no tendrá un USB que pueda prestarme? Necesito entregar una tarea urgente

La mujer dejó su café y comenzó a buscar en los cajones del escritorio. Me sentía como la oficial coneja de Zootopia con el oso perezoso, golpeando mi pie impaciente contra el suelo.

Dos minutos y me extendió un estuche con una llave gruesa dentro – ¿Esto?

–¡Si! – intenté tomarlo pero lo alejó en seguida

–Es el único que hay en la biblioteca, lo lamento pero no puedo dártelo

–¿¡Qué!? P-Pero usted me dijo-