Capítulo 37 FINAL

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Sila parpadeó hasta abrir los ojos del todo. Sonrió y frotó mimosa con la mejilla el suave pecho sobre el que descansaba. Se abrazó más al hombre que la aferraba por la cintura, a pesar de estar dormido, besó su marcado pectoral, y salió furtivamente de la cama.

En las escaleras, le hizo la señal de guardar silencio a la pequeña Lilah (Buffy) y bajó a la cocina a preparar café. Volvió a sonreír recordando la noche anterior. En casa de sus padres, no sólo se había reunido la familia Turkoglu si no que también habían acudido el padre y hermanas de Halil con los niños. Su maravillosa madre había jugado con el carácter huraño del padre de Halil de manera magistral, hasta conseguir amansarlo como a un gato y lograr que el ambiente fuera festivo toda la noche.

De hecho, la velada hasta se había pasado de festiva. Halil y ella habían acabado cantando, cuando el sobrino de él había sacado una guitarra, y sospechaba que su padre le había puesto algo de alcohol a su famoso coktail de fin de año (engañando un poquito a Allah). Si su novio bajaba las escaleras frunciendo el ceño a lo Yaman y mesándose el cabello sería señal de resaca...

Estaba sacando el "cevde" del fuego cuando oyó un gruñido seguido de dos ladridos en el piso de arriba. Luego se giró para ver a su imponente novio bajar las escaleras... mesándose el pelo y con el ceño más fruncido que nunca. La miró, gruñó de nuevo y se metió en el baño. Sila no pudo evitar soltar una carcajada, preparó algo de comer y lo dispuso en la barra americana de la cocina, a la espera de que su resacoso chico se uniera a ella.

– Voy a matar a mi suegro – avisó Halil, saliendo del baño.

– Si a estas alturas yo no he matado al mío... tú no vas a matar al tuyo porque se le fuera un poquito la mano con el licor – defendió Sila a su amoroso padre.

Halil gruñó y acabó de acercarse a ella. La abrazó por detrás y acarició con su nariz la suave columna del cuello de Sila.

– Mmm – murmuró empezando a dejar pequeños besos en su recorrido.

– Tómate el café antes de que se enfríe... – le dijo Sila, aunque reticente a que él dejara de mimar el territorio sensible bajo su oreja.

– Tamam. Café, borek y feliz año.

– ¿Feliz año? Si no dejaste de repetirlo anoche.

– No me has entendido Sila... después de pasarme toda la noche pendiente de tu escote y de la raja de tu vestido... y controlándome ante la familia... me quedé dormido nada más tumbarme en la cama.

– ¿Culpa de mi padre también? Halil Bey...

– Totalmente, así que después del desayuno... ya sabes... "feliz año" privado... – Halil le dio un último beso con roce de dientes y fue a sentarse frente a ella.

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Después del tranquilo desayuno, no pudieron acercarse el uno al otro para celebrar su particular "feliz año" porque sonó el timbre ¿es que nadie dormía hasta tarde el 1 de enero?

La inesperada visita era su amigo Serkan Mut. A Sila no le gustó demasiado que su director llegara tan serio, por lo que se sentó en el sofá, lo más cerca que pudo de Halil, para escuchar las obvias malas noticias que les traían.

– Los han detenido – fue lo primero que soltó Serkan.

– ¿A quiénes? – preguntó Sila, confundida.

Serkan miró asombrado a Halil, porque no se esperaba que su actor principal y amigo no le hubiera contado a su novia cómo iban las investigaciones de los ataques sufridos en el set.

SilHalWhere stories live. Discover now