CAPÍTULO 3

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FLASHBACK

La roca hirviente, la prisión de máxima seguridad de la nación del Fuego, necesitaba unas nuevas instalaciones en el lugar, puesto por esto, el señor del fuego, mando a su hija menor al lugar.

Allí, no esperaba conocer a una persona que la saco de lugar....en el buen sentido.

— así que necesitan esto para una semana — revisaba los planos de lo pedido — puedo hacer que lo tengan un poco antes si lo desean, al igual que los nuevos congeladores — Azura conversaba con el alcaide de la prisión — pero los barrotes deberán esperar un poco más/

— ¡Señor! — un guardia entró interrumpiendo a la princesa — ¡Mis disculpas princesa Azura!

— no hay problema, puedes seguir, veo que es importante —

— ¡Señor, una prisionera de guerra está oponiéndose con creces, cada guardia que entra, sale, pero noqueado! — esto llamó la atención de Azura, los prisioneros de guerra no eran de hacer eso.

— guíame a esa celda — dijo la princesa.

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—conque es aquí — Azura se disponía a entrar.

— princesa, déjenos a nosotros —

— salgan de mi camino —

Azura entró y vio un cuerpo abrazado en la esquina. Se balanceaba y decía una y otra vez, "él vendrá por mi" "él vendrá por mi" La chica estaba indefensa a su parecer.

Azura se encogió y llegó hasta al lado de la chica, sentándose junto a ella. No esperó que la chica se sentara en su regazo y apuntara su cuello con una piedra que al parecer le había dado filo. Y dios, cuando Miró esos ojos, su mundo se detuvo. Eran tan vivaces, poderosos y al mismo tiempo, veía fragilidad en ellos.

— tranquila — en cambio, a la joven, esa voz de aquella chica de la nacion del fuego, le resultó demasiado relajante, aún así sacudió su cabeza en negación — te recomiendo que no agotes mi paciencia — la prisionera escucho el tono amenazante, pero habia algo, no sabia el que, pero no podia temer aquella voz— ¿Cómo te llamás? — salió un poco más dulce.

— ...... —

— emmmm bien — se disponía a levantarse, pero la piedra se acercó más a su cuello — ..... — se quedaron viendo sus ojos mutuamente, la conectarlos, ambas estaban en un trance.

La joven, detallo cuidadosamente aquellos ojos rasgados, eran hermosos, dorados.

Aquella chica con uniforme de la nación del Fuego tenía algo, algo en su mirar era sencillamente encantador, se sentia hipnotizada

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Aquella chica con uniforme de la nación del Fuego tenía algo, algo en su mirar era sencillamente encantador, se sentia hipnotizada.

En cambio, Azura sintió curiosidad por la portadora de aquellos ojos grises, eran hermosos, se dio cuenta que no era dobladora de fuego “vamos Azura, si fuera dobladora no te pondría una piedra en el cuello” la contraría parece que se dio cuenta de su debate interno.

— me llamo Azura — volviendo a conectar sus ojos, viendo como la contraría bajo un poco el objeto.

— Suki —

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No sabía porque, pero para Azura, Suki se había vuelto importante, tanto que usaba la excusa de las reparaciones, para quedarse más tiempo.

De vez en cuando, se escabullía a la celda de Suki, para decirle hasta un simple “hola Suki” o “como dormiste” y es que al paso del tiempo, Azura había acomodado a su amiga.

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— puedo pasar — fue la voz de la princesa.

— si — Suki estaba apagada.

— ¿sucede algo? — vio el semblante decaído de la chica.

— es solo que.... La culpa no me deja dormir — la princesa fue a decir algo — no, déjame hablar, tú me haz contado todo sobre ti, o bueno, muchas cosas, hemos entablado una extraña amistad, pero yo no te he dicho casi de mi/

— amiga del Avatar, novia del chico cola de caballo — eso segundo fue una pequeña punzada — líder de guerreras, pricionera rebelde, sexy guerrera?

— cómo? Sexy? —

— bueno, las prisiones tienen sus expedientes ¿Sabes? — trato de desviar la conversación — además eso no importa.

— somos de bandos opuestos Azura — eso dolía tanto para ambas — yo.....ya no puedo seguir más.....que quiten todas estas comodidades — Suki dejó de mirar el rostro sorprendido de la maestra fuego — esto es un error — Azura sintió que su corazón se estrujaba.

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FIN DEL FLASHBACK

Desde ese día, Azura no había ido más a la prisión. Tenía herido su orgullo, su corazón, tonto para una heredera de Ozai, tener un corazón débil.

La princesa no la había visto más desde esa vez, pero ahora volvía al lugar, a petición de su padre, puesto que el alcaide afirmaba tener al príncipe Zuko en su prisión.

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Azura al pisar la prisión, noto cierta tensión en el aire, estaba al pasar algo, era como un 6to sentido. Nunca sabía el porque, pero se daba cuenta.

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Vio a un guardia correr apresurado, así que lo detuvo un segundo.

— que sucede? —

— princesa Azura, hemos tenido un inconveniente en la celda #169 — esa era la celda de Suki — y otro con los congeladores de la prisión, debo informar al alcaide.

— olvida lo de la celda 169 —

— pero/

— he dicho — el guardia se asustó — que lo olvides — el guardia dio una reverencia y prosiguió.

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Un tiempo sin estar delante de esta celda. Azura se adentró y Suki estaba en posición de meditación.

— así que después de todo, si volvió por tí —

Suki se sorprendió y lo más extraño fue que se alegró por la voz contraría que había entrado y cerrados la puerta de la celda.

— no se de qué hablas — pero tenía que no hacerlo notar.

— Su/

— ~Suki~ — esa voz era Sokka, a lo que Suki entró en pánico, pero Azura le hizo un ademán de que guardara silencio, y extrañamente lo hizo — ~ tienes que estar lista, pronto se abrirán las celdas ~ — y con la misma se fue, Suki estaba nerviosa, no sabía si esto era malo o bueno.

— con que una fuga ¿mhm? — Azura le dio la espalda a Suki para retirarse — me quitaré del medio, háganlo rápido, antes de que cambie de opinión — cuando la princesa se disponía a retirarse, su brazo fue jalado de vuelta, sintiendo como un par de labios, chocaban con los suyos en un tierno beso que duró unos segundo.

— por esto es que no/

Pero fue callada por otro beso que correspondió al instante.

— “Adarys zaldrīzeske iksos daor.” — acarició el rostro de Suki y está no había entendido aquellas extrañas palabras dicho en un lenguaje lejano a su comprensión, era la legua de los antiguos reyes del fuego, los dragones — rápido, antes que cambié de opinión — dió otro pequeño, albcual Suki, sin dudar respondio y profundizó.
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Esa misma tarde, un grupo de prisioneros se habían escapado de la roca hirviente, y una en particular, se había llevado con ella, el corazón de la joven princesa.

We are Fire [Azutara & Azuki]Where stories live. Discover now