Capitulo 28

69K 3.1K 625
                                    

2/4

***

—Ella no tiene nada con Lauren. —Interrumpió Sofia. 

—Ya déjala responder. —Exclamó Lucy molesta. — ¿Cuál es tu maldito problema? No te estoy preguntando a ti. —Terminó la frase y volvió a mirarme. 

Le di una mirada rápida a Sofia, ella me miraba amenazante. Su mirada me advertía que no podía decir nada sobre Lauren. 

—Miren, no se quienes se crean pero a ustedes no… —Fui interrumpida. 

—Ahí lo tienen señoras y señores. —Alexa se sobresaltó. —Tienen algo, ni siquiera es capaz de decir que no. —Dijo irónica. 

Enfoque mi mirada en Lauren cuando dio un paso adelante. Oh por dios, no quería que tuviera problemas, o saliera lastimada. Tenía que hacer algo. 

Antes de que Lauren pudiera hablar, yo hablé primero. 

— ¡Vale! Escuchen. —Todas me miraron, tragué saliva. —Lauren y yo… somos… somos… —Sofia me miraba aún más amenazante que antes. —Lauren… Lauren y yo si tenemos algo, ¿contentas? —Miré a Lauren. Ella sonrió. 

— ¡Eres una perra!—Me gritó Sofia. —Y tú eres una maldita desgraciada. —Miró a Lauren. 

Lauren se sobresaltó, y dio un paso atrás tropezándose con una piedra. Perdió el equilibrio y cayó al suelo. 

Me di cuenta que Sofia iba caminó a Lauren, llena de rabia, molesta. Estaba en su punto más alto. 

—Ya, ya, ya. —Lucy la detuvo. 

— ¿Acaso no ves Lucy? Estoy segura que esta tipa le hizo brujería a mi hermana, algo tuvo que hacer ¡Maldita sea! —Gritó, tratando de zafarse del agarre de Lucy.

—Ya, Sofia. —Repitió Lucy, tratando de calmarla. 

Me acerqué a Lauren preocupada, sentía la mirada de Alexa clavada en mí mientras le ayudaba a levantarse. 

— ¿Estás bien? —Susurré. 

—Si, gracias. —Respondió angustiada mirando a Sofia. 

— ¡¿Que tienes en la mano?! —Gritó Sofia dirigiéndose a mí. 

Miré mi mano, estaba sosteniendo el celular que Lauren me había regalado.

—Es un celular. —Dijo Lucy obvia. 

—Ah. ¡Suéltame! —Sofia se soltó del agarre de Lucy. Miró a Lauren y luego a mí. — ¿Te lo regaló, Lauren? —Preguntó. 

Asentí, sintiéndome nerviosa. Sofia río. 

— ¿Qué es tan gracioso? —Exclamó Alexa.

—No quiero desilusionarte, Lauren. —Sofia se acercó a mí. —Mi hermana solo está contigo por dinero, porque puedes comprarle cosas costosas. Créeme, conozco a mi hermana. —Me miró, y me tomó de la cintura. — ¿No es así hermanita? —Sonrió. 

¿Por qué tenía ganas de matar a Sofia justo en ese momento? Lo peor, es que sabía que ella y yo éramos iguales. Seguramente si la situación fuera al revés, yo estaría haciendo exactamente lo mismo. 

—No, Sofia. —Negué, mirando a Lauren. —Es mentira Lauren, ¿acaso te dije que me regalaras este celular? —Pregunté nerviosa. 

Lauren se quedó mirándome por unos segundos y luego negó con la cabeza. 

—Está contigo por interés, le importa tu dinero no tú. —Exclamó Sofia. —Acéptalo, eres una pobre fracasada y mi hermana no estuviese contigo si no tuvieras dinero para darle regalos costosos. 

—Sofia basta. —Pidió Lucy. 

Yo no era capaz de decir nada, las palabras no me salían.

— ¿Te digo algo? A mi hermana le gusta Alexa, no tú. Eres una idiota la cual solo está siendo explotada por mi hermana, y créeme que ella no va a parar hasta sacarte todo lo que tengas. Una vez haya hecho eso se largara y te dejara tirada. —Hizo una pausa breve, disfrutando de ver como Lauren se ponía. —Mi hermana se ríe todas las putas noches de ti y de lo estúpida que eres. Se r… —Fue interrumpida. 

— ¡No es cierto! —Gritó Lauren con todas sus fuerzas. —Todo lo que estás diciendo son mentiras. —Agregó, se veía lastimada. No pude evitar sentir un nudo en mi garganta.

—Miren quien va a llorar. —Dijo Alexa, haciendo un puchero. 

—Suéltame, Sofia. —Me quité su mano de la cintura y me acerqué a Lauren lentamente, pensando en que iba a decirle. —Lauren… —Tomé su mano. 

— ¿Eso es verdad? ¿Por eso no aceptaste ser mi novia? —Preguntó mirándome. 

—No, todo es mentira. —Susurré, me partía el corazón verla así. 

—¡Nos vamos a casa, ahora! —Me gritó Sofia, la ignoré. 

— ¿Enserio crees que soy una perra? —Pregunté, sus ojos esmeraldas estaban aguados. 

—No. —Respondió. — No estás conmigo por dinero, ¿o sí? 

—Claro que no. —Respondí, sabiendo que le estuve mintiendo desde un principio. 

— ¿Me quieres? —Preguntó nerviosa, escuché a Alexa burlarse. 

—Esto es una ridiculez. —Escuché a Lucy decir. —Deberíamos ir a fornicar a la casa de Sofia aprovechando que sus padres no están, ¿a eso veníamos, no? 

—Sí, tienes razón. —Alexa dijo y caminó con Lucy y las chicas hacia mi casa. 

Miré a Sofia por unos segundos. Ella levantó el dedo del medio y se retiró para seguirlas.

—Ya se fueron. —Miré a Lauren. —Y si, te quiero y además de eso, amo la forma en la que me haces tuya, en la que me besas y la forma en que me tratas. —Acaricie su cabello. 

Lauren secó sus lágrimas, y suspiró. 

—Antes de que ellos llegaran, quería hacerte una invitación. —susurró. 

— ¿Adonde? —Pregunté confundida. 

— ¿Recuerdas que te dije que mi familia tenía una finca? Bueno, mañana es viernes y mi mamá quiere que vaya el fin de semana. Quería preguntarte si querías acompañarme. 

—Eso suena genial. —Sonreí. — ¿Estaremos tu y yo solas? 

—Con mis hermanos, Chris y Taylor. —Contestó. 

Ahora no me sonaba tan genial, quería estar sola con ella. Pero no podía negarme, si aceptaba ir, seguramente Lauren se iba a olvidar de todas las cosas que mi hermana le dijo. 

—Me encantaría ir, ¿podríamos dormir juntas? —Pregunté. Lauren rió. 

—Claro, lo que tú quieras. 

—Vale, entonces estaré lista mañana en la tarde. —Sonreí, y la abracé. —Perdón por todo lo que te dijo mi hermana. 

—Olvidémoslo, yo lo haré por lo menos. —Respondió, aun dolida. 

—Yo también lo haré. —Sonreí. —Entonces te veo mañana, que descases y que sueñes con los angelitos. —Le di un beso en la mejilla. 

* * *

Entré a mi habitación, cerré la puerta y prendí la luz. Me llevé la sorpresa de ver a Sofia dentro, ¿Qué hacía aquí? ¿Acaso quería más problemas? 

— ¿Sofia qu…? —Me interrumpió con un beso en los labios. ¿Qué carajo? — ¡Sofia! —Me aparté sorprendida. — ¿Qué es lo que te pasa? —Exclamé. 

—De niñas solíamos hacerlo, ¿lo recuerdas? Nos dábamos besos. —Mordió una manzana. —Lo he hecho ahora, porque… Fue un impulso, yo se que. —Se sentó en la silla y puso los pies encima del escritorio, luciendo sus costosos tacones. —Quiero que me des el celular que Lauren te regaló. No te lo estoy pidiendo, es una orden que te doy como hermana mayor, así que dámelo.

-

-

-

Enamorada de mi Vecina -Camren AdaptadaWhere stories live. Discover now