Capitulo 37 maratón 4/5

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-¡Espera! -exclamé rápidamente, subiendo mi ropa interior.

Me miró confundida, todavía entre mis piernas. Esto tenía que ser una jodida broma. Oh Vero, dañaste mi momento.

-¿Acaso no quieres? -preguntó ella, frunciendo una ceja.

-N-No es eso. -tragué saliva.

¿Cómo decirle que Verónica estaba espiándonos desde el baño?

-¿Entonces? -Se levantó de la cama.

Tragué saliva una vez más.

-Tal vez podamos hacerlo en otra habitación.

-¿Por qué aquí no? -preguntó confundida.

-E... Es más excitante en otro lugar. -susurré.

Definitivamente no iba a decirle que Vero estaba espiándonos. Sí se enteraba, lo más probable era que no íbamos a hacer nada y yo lo necesitaba. Necesitaba estar con ella.

-¿En qué lugar? -preguntó mordiéndose el labio. -¿Vamos a mi casa? Creo que estas preocupada porque tus padres nos escuchen.

Miré hacía el baño con disimulo, y observé a Vero todavía mirando. ¿Qué carajo?

-V-Vale, vamos a tu casa. -asentí.

Ella sonrió, y me tomó de la mano.

Miré a Veronica mientras salía por la puerta, ella me mostro el dedo del medio y salió del baño. Esa mujer esta loca.

-¿Está tu hermana en casa? -pregunté angustiada mientras salíamos de mi casa.

-No. -contestó rápidamente. -No hay nadie en casa. -añadió.

-Oh... bueno ¿Crees qué se demore en llegar?

-Sí, está con unas amigas, follando. -susurró.

-¿Follando con amigas? -pregunté sorprendida. Vaya, creí que Sofia era hetero.

-No. -se rió. -Digo, fue con su grupo de amigas a follar con unos tipos. -informó, mientras abría la puerta de su casa.

Entramos por completo. Cerró la puerta y encendió la luz. Caminó rápidamente hacía la ventana y cerró las cortinas, volvió a dirigirse rápidamente a mí, y me tomó del cuello para besarme desesperadamente.

-Te extrañé, Lauren. -susurró en mis labios, mientras quitaba mi blusa.

-Yo también. -seguí besándola apasionadamente.

Lanzó mi blusa a un lado, y desabrocho mi sostén con desespero lanzándolo lejos, dejó de besarme mientras quitaba mis cortos shorts. Me quité los converse en cuanto el short cayó al suelo, acompañado de mis bragas. Ahora estaba desnuda y ella vestida, era injusto.

La jalé de la cintura, apretándola contra mi cuerpo y comencé a subir su blusa de tirantes y despojándola de sus jeans apretados. Ahora estaba en ropa interior.

Sus labios bajaron a mí cuello, succionándolo tentativamente, mientras su mano acariciaba mi abdomen. Siguió bajando por mis pechos, pasó su lengua por uno de mis pezones y besó mi ombligo y sus alrededores, mientras nos acercábamos lentamente a su sofá de cuero hasta estar en la misma posición que en la de mi cama, Camila entre mis piernas con sus manos sobre mis muslos. Alzó la mirada y mordió su labio inferior.

-¿Quieres que lo haga? -preguntó sensualmente.

-S-Sí... Bueno sabes que no estás obligada a nada, solo si quieres. —susurré nerviosa.

Se rió levemente y negó con la cabeza.

- Oh, vamos Lolo. -colocó una de sus manos en mi intimidad. -Quiero que me lo pidas. -susurró, mientras estimulaba con delicadeza.

-Quiero que lo hagas Camila. -hablé nerviosa y avergonzada al mismo tiempo.

Sonrió, y se dirigió a mí empapada y palpitante intimidad, sentía su lengua encontrarse desesperada con mi clítoris. Gemí, echando mi cabeza hacía atrás. El placer que me daba era inexplicable. Era cómo estar en el paraíso.

 Succionó dejándome sin aliento, dio un lametón de abajo hacia arriba acabando en mi pubis, lentamente.

- Oh, dios. -cerré los ojos y llevé mis manos a su cabeza, enredándolas en su suave cabello.

Siguió succionando, cada vez aumentaba más la velocidad.

Bajé mi cabeza y la observé. Oh, se veía maravillosa en esa posición. Ya sentía el orgasmo acercarse, esto era una sensación completamente genial.

- Voy... a venirme. -advertí, empuñando mis ojos, debido al placer.

-Córrete Lauren. - susurró sensualmente.

Y así fue, me corrí en su boca y ella succionó hasta la última gota de mí devastador orgasmo, logrando excitarme una vez más.

- Eso fue maravilloso. -le dije, recuperando mi respiración.

-¿Tú crees? -se puso de pié.

-Sí, eres... Oh, no creo que nadie pueda hacerlo cómo tú. -susurré.

-¿Ahora vas a follarme? -preguntó, acostándose sobre mi cuerpo y apretando mi trasero con sus manos.

-Solo si tú quieres. -susurré en su oído.

-Claro que quiero. -me miró con una sonrisa. -Sabes que siempre quiero. -acarició mis labios con su dedo incide.

Sonreí.

Tomó mi mano y me ayudo a levantarme del sofa.

- Quiero intentar una posición diferente. -susurró.

Se subió al sofá, quedando de espaldas a mí y apoyó sus manos en el cuero de este.

- Follame Lauren. -pidió.

Vulgarmente se le llama la posición del perrito, lo había visto en algunos vídeos de internet. Soy una depravada de lo peor.

Me acerqué a ella y comencé a estimular su clitoris, dejando besos alrededor de este y por sus piernas. Cuando sentí que ya estaba más que excitada, no espere mas y la penetre con dos de mis dedos. Escuche un gemido por parte de Camila y comencé a acariciar su cuerpo con mi mano disponible.

Esto se sentía fenomenal.

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Enamorada de mi Vecina -Camren AdaptadaWhere stories live. Discover now