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Era una mañana tranquila tenía 10 años estaba con mis padres cuando de pronto mi casa fue atacada, entraron unos hombres con capuchas y nos apuntaron.

-¡NO LE PONGAN UN DEDO ENCIMA A MI HIJA- Dijo mi padre molesto, mi madre estaba llorando y desesperada yo estaba al lado de ella abrazando la pero de pronto uno de los tipo me jalaron y me alejaron de ellos.

-Esto sucede cuando se meten con unos de los nuestros- Dijo uno de los hombres, la verdad yo estaba confundida no sabía que trabajaban mis padres y no me decían nada. Mayormente de mi tiempo estaba sola, no iba a la escuela me educaron en casa y no tengo amigos y sólo los que se encontraban en casa eran sirvientes.
Mi madre me miró a los ojos y me dijo:

-Hija perdona a tu padre y a mi por no haber estado contigo todo el tiempo recuerda que siempre te amaremos-

-No mamá, no digas eso por favor siempre estarán conmigo ¿No es así?-

Mi madre me miró con lo ojos llorosos y mi papá se volteó a mí y me dijo -Hija cuando diga ya sales corriendo ¿Okay?-

-No papá, no por favor-

Mi padre me miró con tristeza y yo murmuraba que no pasará nada que íbamos a salir de ahí juntos. Hasta un disparo sonó en la habitación y vi a mi madre en el suelo desangrándose grite hasta más no poder y luego mira a mi padre, estaba en shock, luego se dio cuenta de mi mirada y se dirigió a mí.

-Hija ellos no te van a matar, lo sé. Cuando salgas de aquí ve a buscar a m...- Un disparó sonó de repente, toda la sangre de mi padre estaba en mi cara y ropa, empecé a gritar y a llorar, hasta que uno de los tipos se acercó a mí y me dio un golpe para que me callara.

-Con ella pagaremos nuestra deuda y luego seremos libres ¿No lo crees?- Hablo uno de los señores, tenía lo ojos de color marrón.

- Si pero no las quedaremos un tiempo. Primero busquemos cosas que nos sirvan para salir de esta ciudad, lejos de este desastre- hablo el otro señor de ojos negros.

Me ataron y me taparon la boca, me encerraron en la parte de atrás de una camioneta no pude ver nada, no sabía a donde me llevaban tampoco no pude gritar.

Pasaron como 5 horas y por fin me sacaron de la camioneta uno de lo hombres me dijo que si hablaba me daría un golpe y no hable más, me encerraron en una habitación no me dieron de comer y tampoco tenía ganas, las imágenes de mis padres muertos me hacían llorar, yo ya no quería existir quería estar con ellos, apesar de que nunca estaban en casa cuando lo estaban siempre pasaban tiempo conmigo.

                                     ***

Pasaron 5 años desde la muerte de mis padres, desde que me secuestraron, ya tenía 15 años de los sucedido me tenían como su esclava, me ponían hacer toda la limpieza de la casa, lavar sus ropas y a cocinar, siempre intentaba recordar o saber de quien era la persona que mi padre quería que buscará y me daba rabia no poder saber quién era esa persona.
Una vez intenté escapar y me golpearon y me encerraron sin comer y empecé a llorar y tirar todo lo que estaba a mi alrededor por no saber defenderme.

Estaba sentada cuando de pronto alguien abre la puerta, veo y era el tipo de los ojos negros. Nunca decían sus nombres frente a mi por si algún día lograba escapar aún que eso no iba a suceder por lo visto. Bueno el se acercó con una caja y dijo:

- Toma, ponte esto. Quiero que te veas decente.-

-¿Para que? ¿Al fin me dejaran ser libre de este infierno?-

El hombre se rió a carcajadas y se acercó a mí -Solo has lo que te digo maldita mocosa.- Y de ahí salió de la habitación.

Me vestí, no quería que luego vinieran a golpearme para hacerme vestir a la fuerza. La ropa está un vestido apretado de color color blanco, no me gustaba mucho la ropa apretada la verdad pero no podía quejarme, en serio no quería ser golpeada.

Al salir de la habitación, me amarraron y subieron a un auto, luego llegamos a un lugar era como ¿Un bar? Había mucha gente pero del lado que estábamos no había casi nadie, era como una zona vip, estábamos sentados en la mesa esperando a alguien, la verdad no entiendia que hacía ahí yo para que me querían.

Después de un rato llegaron tres señores, uno de cabello morado y cortó, el otro igual de morado pero lo tenía largo y el que estaba en medio de estos dos tenía el cabello rosado pero detrás de ellos había un chico se veía joven, cansado, con ojeras muy marcadas y su cabello era corto de color blanco, llamo mucho la atención alrededor.

Luego estos cuatro se acercaron un poco a la mesa de donde estábamos sentados, yo tenía las manos atadas y quería pedir ayuda pero ellos no me notaron. Pero si se acercaron y el de cabello blanco se sentó quedando al frente de los que me secuestraron los otros tres se quedaron parados detrás de él, hubo un silencio hasta que uno de mis secuestradores habló.

-Entonces Mikey... ¿Vas aceptar nuestro trato?

Dark Prince [Finalizada]Where stories live. Discover now