A los ojos de las personas que debían asegurar que él era un individuo totalmente válido y que por ello merecía comprensión y oportunidades, Park Jimin fallaba.
Una y otra vez, nunca dejaba de fallar. Esperando demasiado afecto primero, siendo care...
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Cuando Hoseok clava sus ojos en él, Jimin sabe que está luchando por tomarse la situación con la misma seriedad que él le está otorgando.
—Repite eso —le pide, buscando alguna señal de que esté bromeando.
—Min Yoongi es mi alfa —susurra esta vez, perdiendo la convicción con la que casi lo había gritado esa mañana, de inmediato, una vez que salieron al primer receso.
En un principio, Jimin no lo había entendido, no le había dado importancia porque él era el primer omega en una familia que por generaciones solo había dado a luz a alfas, y no tenía idea de cómo se suponía que funcionaban los sentidos de uno. Él sabía cómo los instintos de los alfas puros se manifestaban en el centro del pecho, como arañaban, como hacían a la piel del cuerpo electrizarse, cómo la mente se nublaba un poco y cómo el olfato les indicaba cosas exactas que a otros no. Él podía distinguir esos momentos con precisión porque eso es lo que había crecido viendo, sus madres eran dos alfas puras que habían aprendido sobre mesura, control y persuasión, cosas de las que también le habían hablado a él y en las cuales habían comenzado a entrenarlo desde pequeño; porque aspiraban a que pudiera ser igual.
Durante las épocas de presentaciones, era normal que algunos futuros alfas, y otros ya presentados, se exaltaran, se alteraran, pelearan, gritaran y estuvieran irritables; las feromonas y el ego eran las razones de esas provocaciones. Cuando Jimin presenciaba una situación tal, era capaz de distinguir cuál había sido la infracción mínima capaz de causar el caos en aquellos que todavía no sabían controlarse. Podía ver los detalles y no asustarse en absoluto por ello, porque era la realidad en la que había crecido y a la cual se había acostumbrado.
Sin embargo, cuando Jimin olió a Min Yoongi por primera vez, no notó nada especial, nada diferente. Su mente lo clasificó de inmediato como alfa, y a él le pareció de lo más normal la situación. Incluso cuando se enteró que todavía no se había presentado, continuó incapaz de hacer la asociación. Jimin tenía los sentidos desarrollados de manera particular debido a su condición de nacimiento, y creía que era normal bajo tales sucesos, ser capaz de identificar a un futuro alfa que vivía la vida sin tener idea que lo sería.
La primera vez que lo señaló como tal, la confusión se pintó en el rostro de Hoseok, quién lo miró como si hubiese comenzado a hablar en un idioma extraño de repente. Había sucedido durante una de las clases de educación física, necesitaban a alguien más en su equipo y Jimin lo propuso, mientras lo veían entrar rezagado al gimnasio.
"El alfa, seríamos pares entonces" Jimin había dicho apuntando en su dirección, intentando dejar de retrasar la actividad y esquivando a algunos de sus compañeros por los cuales no sentía demasiada simpatía. Quizás porque su dedo lo marcaba no fue capaz de ver las reacciones confusas del resto, pero fue algo que Hoseok se encargó de preguntarle más tarde, cuando se encontraban en el salón otra vez.
"¿De qué hablabas más temprano? ¿Otra vez estuviste desvelado? Todos saben que Min Yoongi no es un alfa" lo codeó mientras esperaban al siguiente profesor.
