¡¿Por qué?!

Alma

Triste, estaba tan triste.

Nuevamente su hermana Isabela la trató de estorbo y su abuela sólo la desprecio.

Sonriendo con tristeza miro la carta que ya hace meses escribió a su hermana.

Hoy escribiría otra carta.

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A̶b̶u̶e̶l̶a̶, ̶M̶a̶d̶r̶i̶g̶a̶l̶  Alma

A̶b̶u̶e̶l̶a̶  Alma estoy triste, enojada, confundida y furiosa.

Solo quiero saber

¡¿Por qué...?! ¿Que hice?

¡¿Por qué me odias?!

¿Alguna vez te hable mal?

¿Alguna vez me queje?

No, nunca me queje, nunca fui mala. Estoy tan frustrada, porque nunca seré suficiente para ti.
Para ti, soy todo lo malo de la familia, soy tan mala que no sirvo para nada.

¡Todo porque nunca seré como ella! ¡No soy, ni seré como la señorita perfecta!

¡Nunca seré Isabela! ¡Y si no soy ella nunca...! ¡Ni siquiera me miras y nunca lo harás!

Pero estoy harta, harta de tener que esforzarme el doble para que siquiera me consideres parte de la familia.

¿Sabes...? Lo siento, siento ser la decepción de todos, de ti. Ya no quiero ser tu nieta, porque duele, duele tanto que... Prefiero no tener una familia si con eso ya no sufrire, si con eso ya no seré la decepción de todos.

De la familia, del pueblo y de ti.

Ya no quiero tener que finjir una sonrisa, ya no quiero soñar con que me mires y estés orgullosa de mi. Ya no quiero soñar con ser como ella...

Ser como Isabela.

Te odio Alma, te odio tanto. Y duele tanto ser tu familia.

Mirabel M̶a̶d̶r̶i̶g̶a̶l̶

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Mirabel con una sonrisa limpio sus lágrimas.

Ya estaba mejor, estaba en paz.

Tomó la carta y la guardo en un cajón. Uno donde dejaba todo lo que le hacía daño.

Otra vez estaba lista para seguir siendo F̶e̶l̶i̶z̶.

Lista para un nuevo día.

Pará un nuevo amanecer.