CAPÍTULO 6- No te vayas, quédate

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Cameron

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Cameron

Al arribar en la casa de mis padres, sonrió un poco. Los visitó cada que puedo, y eso a ellos le maravilla muchísimo por que así aprovechan y me sacan toda clase de información, que tenga que ver con mi vida amorosa.

Desde mi última relación hace unos cuantos años, nada volvía a salir igual. No es que me haya resignado por esa persona que me dejo confundido, y algo dolido en el pasado. Solo sentía que no era el momento para estar en amoríos, además podré ser un coqueto y todo lo que las personas quieran, pero sé que una relación no se basa solamente es besos, en hacerse compañía de vez en cuando y salir solo por obligación.

Siento que se debe estar y sentir cómodo con la persona que tienes a tu lado, sentirte bien acogido, no sé. A veces soy un tanto despistado en ciertas cosas, pero esa es mi naturaleza.

Agradezco mis padres no son tan exigentes a la hora de decirme que ya estoy algo mayor, y que debería empezar a formar una familia y ciertas cosas, ellos respetan mis desiciones pero igual les agrada la idea de saber que estoy interesado por alguien.

Me bajo de auto, y me acerco hasta la puerta. Al ser una visita de sorpresa por así decirlo, he olvidado las llaves y la opción es tocar. Y eso hago, llamó al timbre tres veces seguidas.

Una de las señoras que trabajan para mis padres no tarda en abrirme, me sonríe y también lo hago, me llevo bien con todas.

—Hola Estela. ¿Qué tal estás? —pregunto.

—Hola joven Cameron. Muy bien. ¿Y usted?

—Exelente, gracias por preguntar. ¿Mi familia, dónde está?

—Están en la sala. —me hace saber.

Le agradezco, y paso por su lado para ir en busca de mis padres y mi hermana menor, la cual es un revoltijo de emociones de vez en cuando, a veces me apiadó del que será su futuro novio. Sí es que ya no tiene.

—¡Familia! —expresó con evidente emoción, al verlos. Ellos dejan de hablar al escucharme.

—Pero que sorpresa tan grata. —mi madre se levanta rápidamente de su puesto, y se acerca para darme un cálido abrazo, el cual le devuelvo junto a un beso en su frente.

Mi padre también me salido con una abrazo, y mi hermana me sonríe de lado pero se acerca abrazarme.

—Te extrañe, mucho. —hace un puchero, y eleva la vista para verme al estar abrazados aún.

—Yo también, hermanita. Pero sabes, qué debo trabajar y bueno... tu también puedes ir a visitarme cuando quieras.

—¿Y sí, estas con alguien? —sus ojos color aqua me miran muy expresivos.

—Permanezco la mayor parte del tiempo, con Felipe y con mi secretaria. Nadie más, puedes ir.

—Está bien. ¿Oye, me dejas tener novio, verdad? ¿O eres un hermano muy celoso?

Después De Aquel Beso [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora