Por error •Gyuhao•

Cumpleaños

Como era costumbre desde hace años, cada 7 de Noviembre los amigos de Xu Minghao iban a su casa con muchas botellas de soju y cerveza para festejar su cumpleaños.
Con semejantes cantidades de alcohol, al rato ya comenzaban las locuras. Nunca nada fuera de lo normal más allá de bromas subidas de tono o llamadas a algún ex.
Pero este año sería diferente, sin dudas, partiendo por el hecho de que su mejor amigo de toda la vida, Jun, no iba a poder estar presente.
Dokyeom y Hoshi no faltaron. Llegaron a la misma hora de siempre con todo lo pactado.
Las horas pasaron y las cantidades de alcohol en sangre de los jóvenes aumentaron.
-Pon música de karaoke, Hao. -pidió Hoshi al cumpleañero. -Quiero competir con ustedes.-
-Como si fueras a ganar. -respondió el nombrado prendiendo su celular. Vio un mensaje de su amigo y un par de personas más.

-Le respondo a Jun mientras buscas los micrófonos que están en la caja detrás tuyo y cantamos.- dijo Minghao. Escribió rápido y se fue a conectar todo para la competencia de canto con sus amigos.
-No, esta no. Me diste la más difícil a propósito. Dame que pongo otra. -DK le arrebató el celular al chino. -Tienes un mensaje. -avisó.
-Devuélvemelo así lo veo. -contestó y le volvió a quitar el celular. -Mierda. -dijo en voz alta.
-¿Qué pasó? Canta mal pero no para tanto. -se burló Hoshi.
El dueño de casa les mostró su celular.

-¿Cuál es el drama, Little 8? Dile que te confundiste. -lo intentó calmar Dokyeom.
El cumpleañero escribió en su celular.
-¿Qué le respondo? -preguntaba cada vez que llegaba una respuesta. Sus amigos seguían en la suya, así que debía seguir la conversación por su cuenta.

-Dice que quiere estar conmigo. -leyó.

-¿Eh? -exclamaron los chicos al unísono. Bajaron el volumen de la música y se acercaron a ver qué sucedía.
-Yo no sé si quiero. -dijo el chino.
-¿Cómo no sabes? Es sí o no. -lo retó Hoshi.
-Es que estoy muy borracho como para decidir algo. ¿Y si me arrepiento?-
-Entonces dale una respuesta ambigua. Otro día te decides, cuando no apestes a alcohol. -recomendó su otro amigo.
Minghao volvió a escribir.

-Listo. -dijo Hoshi parándose del sillón y volviendo a agarrar el micrófono.
Todos siguieron cantando y se olvidaron del asunto. Al menos hasta el día siguiente cuando la resaca se fuera.

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Dicho y hecho, por la mañana Minghao despertó con un dolor de cabeza terrible. Vio que sus amigos estaban durmiendo en el sillón y agradeció que no se hubieran ido en ese estado.
Tomó su celular y quiso morir cuando vio la conversación que había comenzado por error. Pero esta vez sí le fue a escribir a Jun.

-Sí, claro .-dijo el chino para sí levantándose de la cama para buscar una pastilla para la resaca.