73 | el antiguo departamento

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—Voy a testificar —le informó Sarah a los Pogues, mientras se sentaban en el porche de la casa de Luna y llovía a cántaros—. Bajo juramento. Estuve ahí. Sólo necesito hablar con mi hermana.

—¿Hermana? —murmuró JJ con incredulidad.

—Kie, ¿tienes tu teléfono? —preguntó Sarah—. Wheezie es la única que sabe que Rafe no estuvo en casa ese día.

—¿Wheezie? —preguntó JJ.

—No sé qué más hacer —respondió Sarah—. Nos metí en este lío. Voy a hacer mi mejor esfuerzo para sacarnos.

JJ se burló—. ¿Wheezie? Sí, funcionará. Pero tiene razón en una cosa. Tenemos que hacer algo. Nuestro amigo está preso. Lo tiene el enemigo en este momento, tal vez incluso con fecha para su ejecución. ¿No vamos a hacer nada?

—¿Cuál es el plan? —gritó Kiara—. ¿Secuestramos a Shoupe?

—Tal vez —respondió JJ—. No es la peor idea.

—¿No? —preguntó Luna.

—¡No!

—Es, literal, la peor idea que he escuchado —dijo Pope.

—Es bastante mala —comentó Sarah.

—No te metas en esto —le espetó JJ—. Pope, hicimos todo a tu manera y ¿cómo nos fue?

—Bien, ¿cuál es tu plan? —preguntó Pope—. ¿Entrar a los tiros en la cárcel?

—Mira, Pope, solo quiero que entiendas que tienen a nuestro amigo —dijo JJ—. ¿Nos quedaremos sin hacer nada? No, iremos por él. ¡Haremos algo al respecto!

—JJ, no irrumpiremos en el centro de detención —dijo Luna—. No lo haremos.

—Bien —dijo JJ—. Quédense sin hacer nada. Yo voy a ver que puedo hacer. A que algo pase, aunque deba hacerlo solo.

—Está bien —respondió Kiara.

JJ no dio ni una segunda mirada a ninguno de ellos cuando se fue, caminando bajo la lluvia. Luna lo vio irse, con el corazón pesado, y cuando escuchó a Pope decir—: ¿Deberíamos preocuparnos? —casi se rió de lo ridículamente ingenua que era la pregunta.

—Sí, obvio —respondió ella—. Ya sabes cómo es él.

—Voy a hablar con mis padres para conseguir dinero para un abogado —dijo Kiara.

—John B tiene un defensor público —dijo Pope.

—¿Estás loco? —preguntó Kiara—. La justicia cuesta dinero.

—Tienes razón —dijo Pope—. Voy a investigar lo que pueda sobre esta llave, porque esa cinta que tiene Limbrey es evidencia exculpatoria. Puede exonerar a John B.

—Sí, tenemos que intentarlo —dijo Kiara.

Pope tomó su mano, pero Kiara lo detuvo—. Hablemos más tarde.

Cuando Kiara se fue, Luna notó la expresión abatida en el rostro de Pope. Ella amaba a Kiara, realmente la amaba, pero ver cómo jugaba con los sentimientos de Pope para tratar de descubrir los suyos no era justo para él, y cuando ella se acercó a Pope y le dio un apretón tranquilizador en la mano, él la miró y le ofreció una pequeña sonrisa.

—Entonces, esta llave —dijo Luna—. ¿Por dónde empezamos?

—Mi papá —respondió Pope—. Él es el mejor lugar para empezar, ¿verdad?

—Sí —murmuró Luna—. Si no nos mata primero.

—¿Por qué me haces esto, Pope? —preguntó Heyward—. Dime, ¿qué te hice?

BANYAN TREE | JJ MaybankWhere stories live. Discover now