Capítulo 4

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No se iba a conformar con la investigación de la Port Mafia, y con el mayor esfuerzo que probablemente había hecho en su vida, logró convencer a Ranpo para acompañarlo y poder ponerle un fin a su tragedia suicida.

El detective no puso un sólo pie en el auto que los llevaría al subterráneo, le dijo tres simples palabras y regresó justo por donde vino.

Al principio lo considero un traidor, un completo idiota por dejarlo a su suerte de esa manera tan horrible aún cuando sabía que se sentía tan desesperado. Luego se tragó sus insultos mentales y los cambió por agradecimientos infinitos.

A veces su mente se quedaba en un vacío infinito, un blanco interminable donde sólo la angustia por su protegido tenía lugar, lo cual era el mayor obstáculo para poder encontrar la solución.

Confiaba en Akutagawa y en sus habilidades para proteger al albino, era más que obvio para todos. En lo que no confiaba era en sí mismo, en que su estrategia y planeación sumamente compleja lo llevarán a un laberinto sin salida.

- ¿Entonces sólo... lo suelto y ya?- Preguntó el mafioso desconfiado - Hay muchas cosas con las cuales podría morir

- Estoy seguro, ¡libera a la bestia Akutagawa-kun!- Respondió sonriente, seguro de que esta vez las cosas saldrían bien

- Si usted lo dice...- Ya se encontraba de mejor humor también, había extrañado la risa de Dazai

Apenas pisar suelo firme Atsushi sintió las increíbles ganas de tomar el cable que colgaba del techo y amarrarlo a su cuello, era inevitable, su cuerpo y su mente ya no funcionaban adecuadamente.

Entre risas y tropiezos por dejar que la sangre volviera a fluir por su cabeza, alcanzó el objeto que usaría para cometer su suicidio, y obviamente gracias a Rashoumon no lo consiguió.

El albino le miró mal, pero no le tomó tanta importancia y siguió buscando cualquier otra cosa que sirviera para morir.

- Es una trampa diseñada para suicidas compulsivos como Atsushi-kun, no tardará mucho para que podamos encontrar el verdadero escondite del maníaco sociópata que lo afectó- Explicó el castaño, cruzado de brazos y muy relajado

- Y yo que pensé en escribirle un testamento a Jinko- Bromeó volviendo a evitar otro intento fallido - Debería ser alguna clase de deporte ¿no lo crees?

- ¿Creer en qué? ¿En qué puedo morirme sin la necesidad de volver a ver la luz del día?- Cuestionó mientras daba saltitos para alcanzar algo

- Déjame ayudarte- Dijo el mafioso, usando su habilidad como escalera

- ¡Mira, mira, hay un agujero!

- ¡Eso es justo lo que necesitas para morir Atsushi-kun, si puedes alcanzarlo puedes conseguir una muerte rápida!- Incitó Dazai, emocionado de recuperar a su pequeño tigre

Su mano alcanzó a mover algo en el fondo, y con eso, una sección del subterráneo se iluminó de tal manera que pudieron ver un acertijo en la pared.

Se impresionó por como Atsushi no dudó ni un segundo antes de correr hacia él, y rápidamente comenzó a mover las piezas de lo que parecía ser un rompecabezas.

- ¿Una... persona cayendo por.. un edificio?- Preguntó el castaño buscándole forma al puzzle

- No lo sé, creí que esa era la respuesta y eso hice- Contestó acomodando la última pieza - Si mi muerte segura no está detrás de esta pared haré lo mismo que esa persona

- Pues buena suerte porque cada que vamos a un lugar alto yo te sostengo

- ¿Tienes que ser tan aburrido Akutagawa? ¿No puedes alegrarte por mi muerte ni un poquito?- Dramatizó haciendo un puchero

Yo te sostengo // SSKKWhere stories live. Discover now