ᨳㅤֶ֢ ㅤ۫ 𝐇𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫 ᵎ

𓏲 🍄﹕좋은 하루 ˒˒

Su cuerpo para ese punto del día, pesaba aún más que los días anteriores, sus ojos se sentía aún más irritados y el millón de cremas que SeungKwan le había puesto la noche anterior le empezaban a dar comezón en el rostro. Chan, aún bastante dormido en medio de la amplia cama, se removió incómodo por el pie de SeungKwan sobre su estómago y él solo atinó a sonreír por la agradable vista.

El día anterior fue incapaz de fingir que podía con todo y en medio de tontos sollozos, les pidió que no lo dejaran dormir solo, también les explicó lo que implicaban las noches para él y aunque todos quisieron quedarse a dormir con él, la cama de SeungKwan era demasiado pequeña para once personas, así que finalmente, optaron por quedarse a su lado Chan y SeungKwan.

Los tres habían llorado demasiado, no sólo por ver a JeongHan triste, sino por un sinfín de cosas que justo esa noche, JeongHan comprendió que los atormentaba y se sintió aún peor por no haber estado antes para ellos, lo que significó otro llanto aún peor que el anterior.

Sinceramente, ninguno supo en qué punto de la noche se quedaron dormidos, tampoco supo cómo se las arreglaron para dormir tan profundamente los tres en esa pequeña cama, lo que era un hecho, es que había sido revitalizador. O eso concluyeron todos al despertar.

— Me pica muchísimo el rostro, Kwannie. —comentó, acentuando un infantil puchero en sus labios.

— Ve a lavarte, tonto. Mamá seguro preparó desayuno ya. —reprochó el castaño.

— ¿Le dijiste que estábamos aquí? —inquirió Chan, frotándose uno de sus ojos— No lo recuerdo.

SeungKwan elevó sus hombros.

— Supongo que terminó escuchándonos anoche, además, fue quien apagó las luces.

Chan y JeongHan asintieron, ahora todo tomaba un poco de sentido.

— ¿Cómo te sientes? —inquirió SeungKwan, codeándolo un poco— ¿Listo para esa fiesta?

JeongHan bufó. Estaba harto de decirle que no quería ir, incluso se lo había dicho a Jun el día anterior.

— No seas aguafiestas, te animará estar allá, además...—comentó Chan, ahora luciendo emocionado— ¡Ya dile!

SeungKwan rodó los ojos.

— No sabes guardar secretos, tonto. —reprochó, lanzándole una almohada a Chan— Tenemos cita para cambiarnos en el color de cabello.

JeongHan abrió sus orbes tanto como podía.

— ¿Q-Qué?

— Lo que dijo, debemos comer, darnos una ducha e ir, porque iremos a esa fiesta. —sentenció Chan.

JeongHan iba empezar a dar su monólogo del porqué no lo haría, cuando la puerta de la habitación fue golpeada un par de veces con suavidad, obligando a SeungKwan a dejar a un lado todas sus cómodas sábanas para abrir la puerta. Ninguno sintió como una sorpresa ver la señora Boo ahí parada, con una sonrisa enorme en los labios y una bandeja en sus manos, en las que traía al parecer algunos tés, a juzgar por el delicioso olor que inundó la habitación.