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Para no alterar al embarazado, decidieron comenzar con los preparativos de la boda después de que el bebé naciera.

Sungchan se veía reacio a acercarse a Jungwoo durante los primeros meses, parecía celoso y enojado, y Jungwoo intentaba convencerse de que sería momentáneo, pero aún así le dolía. Con ayuda de Doyoung, Sungchan fue encariñándose cada vez más con quien iba a convertirlo en hermano mayor, y poco a poco, la emoción y felicidad del pequeño era tan grande como la de los padres.

Esa noche, el pequeño Sungchan cayó dormido abrazado al estómago de su padre mientras le contaba un cuento. Jungwoo besó su frente y salió de la habitación camino hacia la cocina, donde su prometido lavaba la vajilla. Se colocó a su lado para secar y terminar más rápido.

—Esto me recuerda a nuestro trabajo en la pastelería, que me prohibías lavar durante el embarazo de Sungchan, y solo me dejabas ayudarte así —rió Jungwoo, seguido por Doyoung—. Ahora estás cuidándome en el embarazo de tu hijo.

—Sungchan también es mi hijo —aclaró Doyoung. Que no tuviera su sangre no quería decir que no fuera suyo, y lo amaba tanto como amaría a su nuevo bebé—. Legal, emocional y afectivamente, es mi hijo.

—Lo sé —murmuró Jungwoo, acariciando su barriga de siete meses—. Sé que es una tontería, pero a veces me preocupo de que quieras más a este niño que a Sungchan solo por tener tu sangre.

—Y supongo que luego quitas esos pensamientos de tu mente sabiendo que están errados —aclaró Doyoung, llevando a Jungwoo al sillón, acariciando su cabello y su barriga—. Entiendo tu preocupación, pero esa es otra idealización de las familias de sangre, por eso hablamos de su "origen genético" y no nos referimos a ese tipo como su padre, porque no lo es. Que lleve sus genes no lo hace padre de nadie, ese título lo merecen las personas que están ahí, cumpliendo el rol que corresponde.

—Mis suegros son más padres para mí que los míos —suspiró Jungwoo, dándole la razón.

—¿No contestó ninguna carta? —Jungwoo negó, con la mirada triste.

Sus padres lo habían rechazado en el pasado, pero aun así, y en acuerdo con Doyoung, cada año le enviaban noticias sobre Sungchan y algunas fotos, pero nunca recibían respuesta, tal vez era tiempo de desistir.

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El pequeño Jeno llegó al mundo y Sungchan se había convertido en su protector, con suerte dejaba que sus padres se acercaran. Pasaba todo su tiempo libre junto a su hermanito, hablándole, mostrándole sus juguetes o simplemente observándolo, y Jeno se veía muy feliz por eso.

Los pequeños ya no eran tan pequeños, Sungchan había empezado primaria, pero seguía cuidando de su hermano como siempre lo haría. Corría por toda la casa y Jeno intentaba seguirle el paso con sus pequeñas piernitas. El mayor se había vuelto más travieso y le enseñaba a Jeno algunas travesuras, pero el pequeño era tan inocente que los delataba con sus padres sin quererlo.

Sungchan comenzó a pasar algunas tardes fuera de casa, jugando con sus amigos de la escuela o en otras actividades, y Jeno lo extrañaba mucho. El pequeño regresaba del jardín con la ilusión de ver a su hermano, pero aún no estaba ahí. Jugaba solo o con su papá, observando la puerta cada tanto, hasta que lo veía llegar y corría a abrazarlo, pegándose a él hasta la hora de dormir. Pero el pequeño también empezó a hacer amigos en el jardín de infantes, así que no pasaban tanto tiempo juntos como antes, pero seguían siendo los mejores amigos y amándose mutuamente.

Los niños crecían perfectamente, y Jungwoo se encargaba de hacérselo saber a su madre. Pero se cansó. Cuando Sungchan había llegado a sus diez años, decidió dejar de molestar a su madre, ya no valía el esfuerzo. Se sintió un poco liberado al dejar de preocuparse por eso.

Pero una nueva etapa comenzaba para sus hijos: la adolescencia. La revelación del segundo género ya era un gran cambio en la vida de sus hijos, pero había mucho más por delante, situaciones a las que no estaban preparados.

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Parejas destinadas, amores infantiles. El regreso de alguien no muy querido que dará lugar a peleas y discusiones. Una familia que intenta no romperse en mil pedazos.







Y con esta frase, llegamos al final de esta historia... y damos inicio a la segunda temporada 🎉 "You never gave up on me"

Nos vemos el Lunes 💕

You saved me •°• DoWooWhere stories live. Discover now