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Capítulo 4: LA CASUALIDAD ES UNA PERRA

Jeon JungKook

Conseguir cambiarme en la oscuridad y solo con la linterna de mi celular fue... Relativamente fácil, a excepción de que casi me saco la mierda al salir de la ducha, que si no fuera por la loseta del lavamanos, ahora estuviera con la nariz partida, y quien sabe, quizás hasta muerto.

El tema es que salí ileso del baño y me pude vestir decentemente, JiMin dijo que vendría a recogerme ya que le comenté que mi auto no se debía de mover del estacionamiento y que obviamente, el debía de ser cuidadoso para que la gente de mi padre, si en caso seguían rondando por aquí, no me vieran.

Esperé en la soledad y oscuridad de mi casa, todo estaba en silencio y aún faltaban algunos minutos para que JiMin llegara, así que me tendí en mi cama cerrando un poco los ojos - esperaba no quedarme dormido, porque ahí si nadie me levantaba - y dejé que el tiempo restante pasara.

Pero...

EL universo se empeñaba en joder mi existencia y de la peor manera, pues del lado de la pared de mi habitación, se escuchaban sonidos.

Ya saben que clase de sonidos.

Traté de ignorar aquellos sonidos y cerré mis ojos, JiMin, maldito, llega ya.

¿Le están dando como cajón que no cierra o qué?

Los golpeteos sonaban cada vez más fuerte, los gritos de la chica los podía sentir en mi oreja, igual que los gruñidos del chico, o bueno, también podían ser dos chicos en pleno juramento a Dios, pero el tema es que estaban haciendo mucho escándalo.

Salí de mi habitación y llamé a JiMin para preguntarle si ya llegaba, sino, podía irse de frente a la fiesta porque las ganas de ir cada vez eran menos.

—¿Dónde estás?—Apenas contestó pregunté.

—Hombre, que estoy ya en el estacionamiento, estoy ingresando.—

—Ahora bajo.— Colgué la llamada y fui por mi chaqueta y mi billetera que estaban en la loseta de la cocina.

Cuando salí de mi departamento, me arrepentí de haberlo hecho tan rápido, o talvez de haberme demorado tanto. Del departamento de a lado salían TaeHyung y ella... La chica - que por cierto aún no sabía el nombre - de la cual hay rumores hasta para su próxima vida. La sonrisa relajada que traía TaeHyung se esfumó apenas me vio, pasando a ser otra más oscura, por un segundo, por un mísero segundo, vi algo de malicia en el, pero luego, aquello nuevamente se esfumó, ahora traía un gesto sereno y calmo.

—Lamento si te molestamos, ya acabamos. — Y con eso, nuevamente aquella sonrisa torcida y oscura se posó en él ¿Pero que le pasaba? ¿Acaso le encantaba joderme?

—¿Ustedes se conocen?—

La aún desconocida tosió y luego nos señaló a ambos posando su mirada primero en TaeHyung y finalmente en mi, se veía muy diferente a cómo está mañana, pasó de ser fría, oscura, neutra y serena, a estar sonrojada, con el cabello revuelto, algo cohibida, genuina y con la camisa a medio abotonar.

Porque si, traía una camisa blanca que le quedaba preciosa, junto a unos pantalones jean y botas negras altas.

TaeHyung por lo visto traía su chaqueta negra entre sus manos.

—Si, el es el nuevo, llegó de intercambio.—

Se podía decir que no me gustaba mucho cuando me decían "el nuevo" mucho más viniendo de él. El silencio incómodo reino en todo el pasillo, la mirada fija de ambos estaba en el otro, no entendía que le pasaba, porque desde que llegué me odia, siempre conseguía molestarme o atacarme, no me dejaba, pero llegaba un punto que me llegaba a joder demasiado, lamentablemente nunca me bajaría a golpes con el.