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Capítulo 6: MI MAYOR SECRETO

Kim MinHyo

Jimin y yo nos encontrábamos en una encrucijada ¿Como carajos íbamos a levantar a un muerto?

Bueno, muerto no, pero parecía uno.

—JungKook, hombre, levantaaaa. —JiMin sarandeaba a JungKook pero este no daba señales de vida, respiraba... Pero no se movía.

—Déjame a mi. —

Ingresé a la parte trasera del auto y lo agarré por los brazos, hasta creo que lo rasguñe, con la poca fuerza que tenía logré sacarlo pero estaba segurísima que tendría algún moretón por ahí, hasta su trasero se golpeó fuertemente con el borde de la puerta cuando trate de poner uno de sus brazos por mi hombro y JiMin lo sujeto por el otro.

Con JiMin ingresamos y nos dirijimos rápidamente al ascensor, JungKook era delgado pero podía sentir su cuerpo musculoso y eso lo hacía pesado, muy pesado.

Al llegar a su piso nos dijimos a su apartamento.

—¿Las llaves? —Pregunté.

JiMin rebusco por su bolsillo izquierdo pero no se encontraba ahí, así que tuve que buscar yo, metí mi mano por su bolsillo derecho. Había encontrado las llaves, si, pero también descubrí algo más de él.

Dos cosas más, a decir verdad. La primera era que tenía los muslos fuertes. Lo otro no pienso ni decirlo.

Quién lo diría~

Al ingresar a su departamento, JiMin nos dirigió a su habitación, mi lado curioso surgió y empecé a observar todo, era ordenado, limpio, sencillo y bonito, además de que tenía un buen aroma el lugar.

—Muy bien, mi buena acción fue completada, me tengo que ir. —

—Muchas gracias MinHyo. —

Asentí y salí rápidamente de la habitación, JiMin había prendido las luces antes de entrar por completo al departamento, por eso es que cuando salí pude fijarme mejor en sus cosas, por más que intenté no mirar de más, mi mirada se dirigió a sus cuadros que tenía sobre un estante, en donde salía él, parecía más joven, y cuatro personas más.

—¿Su familia...?

Miré con detenimiento, los dos hombres más que salían en la foto eran muy similares a JungKook, pero claramente él se veía más joven, la mujer que estaba con sus manos sobre los hombros de JungKook se veía muy hermosa y sonriente.

Inconscientemente recordé a mamá.

Dejé de lado las fotos y salí del departamento pensando en ella, por más que me haya alejado demasiado, siempre serán lo primero que proteja.

Cuando salí del edificio todo el frío hizo que temblara, cerré los ojos y sobé mis brazos tratando de mantenerme en calor.

—Esto me pasa por hacerme la buena. —

Caminé por las calles, la zona no era de prestigio pero tampoco era un barrio de mala muerte, aunque, ahora que lo pensaba ¿Qué hacía alguien como JungKook viviendo por esta zona? Aunque tampoco podía asegurar que él era de esa familia, digo, Jeon es un apellido algo común.

Esperaba que fuera así.

Literal, creo, anduve caminando por una hora, tal vez exageraba o no pero el tema es que me estaba pelando de frío, seguro moriría de hipertermia.

Re dramática.

Ya había llegado a una avenida y pues como la hora ameritaba, no había ni un solo gato que me acompañe en mi camino a quien sabe donde.