Hasta que uno caiga

Capítulo Veintinueve.

Estoy muy segura que después de la muerte de mamá, papá solo ha salido con dos mujeres más, la primera literalmente fue espantada por Zoe y por mí, la segunda solo se fue por sí sola. Las cosas no funcionaron entre ellos dos y después de eso, papá no volvió al mundo de las citas. Hasta ahora, con mí doctora. Heidi.

Desde que la conoció quedó flechado o algo así. La invitó a salir y ella aceptó, han tenido más citas, las escapadas de papá por "trabajo" eran tan absurdas y tan predecibles, él nunca se tomó la molestía de ocultar sus sentimientos. Lo quería mantener en secreto de nosotras tres. No le funcionó mucho ya que no sabe mentir.

—¿Por qué me miran así?— pregunta papá desde el otro lado de la pequeña isla de la cocina.

—¿Así como?—le responde Hanna.

—Como si estuvieran esperando a que les diga algo.

—No lo sé papá, ¿Nos tienes que decir algo?—habla Zoe.

Papá entrecierra los ojos hacia ellas y no puedo evitar reír por lo bajo.

—¿Qué es lo gracioso?— me pregunta papá mientras sirve un poco de jugo en un vaso.

—Lo gracioso es, que tú piensas que eres bueno mintiendo, cuando eres pésimo—le digo y él abre la boca para decir algo pero rápidamente vuelvo a hablar— Y también piensas que nos pueden engañar— digo y sonrió— Sabemos que sales con Heidi, lo cuál no está mal papá, pero en serio— me pongo de pie— mejora tu habilidad para mentir, lo haces pésimo, si tu vida dependiera de eso, estarías muerto hace mucho— digo pasándole por un lado, dejándolo con la boca entre abierta y a mis hermanas riendo.

***

—¿Cómo va el tratamiento?— mí cuerpo se congela ante la pregunta repentina de Aaron.

—¿Eh?— es lo único que le puedo decir.

—El tratamiento ¿Cómo va?—vuelve a preguntar.

No le contesto, trato de evadir su mirada mientras siento como un nudo en mí garganta aparece. Suspiro pesadamente y me ordenó a dar una respuesta creíble.

—Todo va bien—le respondo con una sonrisa forzada en mí rostro.

Aaron me regala una sonrisa complacido y siento como respiró pesadamente. Vuelvo mí mirada al frente esperando encontrar a Hanna o Nicole pero no hay rastros de ellas, ni de Jaden y Cameron. Se supone que llegarían a la cafetería para almorzar todos juntos. Idea de Hanna no mía.

—Hable con James—vuelve a hablar Aaron. Me sorprendo.

—¿Y?— me giro tontamente a él.

—Hablamos sobre mí hermana, lo que Jasper le dijo a él y sinceramente si yo fuera él también le hubiera creído al idiota de Jasper, le contó una muy buena historia en donde yo tengo un ataque de ira y discutía con mis padres mientras Molly lloraba, Jasper le dijo que yo me había enojado con Molly sin razón, que tome el auto sin saber conducir y que pelee con mí padre. Mientras él trataba de hacerme entrar en razón. Jasper se puso como el bueno de la historia.

<< Jasper le dijo que yo vi el camión venir hacia nosotros y que no hice nada, que solo hice un intento mediocre en hacer que auto cambiará de carril pero que mí intento fue eso, un intento mediocre, que el camión dio el impacto directamente en el lugar donde iba Molly, llegó la ambulancia y que mis abuelos me llevaron a casa mientras Molly luchaba por su vida y que no me había visto arrepentido en ningún momento, que en vez de llorar la muerte de mí hermana hice un pequeño espectáculo en romper un espejo en mí cabeza y romper muchas cosas con mis manos para solo llamar la atención.