Cap. 4

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Ahora sí estaba castigada por el resto de la semana, por suerte no me había quitado mí celular, pero si se había encargado de quitarme mí laptop y video juegos.
Me fui a acostar, tenía hambre pero no quería soportar las quejas de mí tía, aveces era insoportable pero no me puedo quejar de alguien que acepto que viviera en su casa, la persona que me da de comer y lava mí ropa.
Me quedé mirando al techo esperando dormir, pero mí mente no dejaba de pensar en Harry y sus hermosos ojos azules, había sido un caballero y su voz, aquella que me hacía poner la piel de gallina con recordar, no tarde en darme cuenta de que estaba sonriendo como estúpida mientras pensaba en el, algo poco usual en mí, jamás me fijaba en los hombres al menos que fueras un actor reconocido y hubiera un interés amoroso.

Me quedé mirando al techo esperando dormir, pero mí mente no dejaba de pensar en Harry y sus hermosos ojos azules, había sido un caballero y su voz, aquella que me hacía poner la piel de gallina con recordar, no tarde en darme cuenta de que estaba...

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—Oye linda, ya es hora de despertar —Escuchaba decir, solo tome la almohada para ponerla en mí rostro, creyendo de que todo estaba siendo un sueño, pero rápidamente fue quitada — te vez más sexi con lencería que con vestido.

—¿Que? —Dije confundida, abrí mis ojos rápidamente. Al abrir mis ojos me había encontrado con esos hermosos ojos azules, aquellos que con mirarlos te enamorabas.

 Al abrir mis ojos me había encontrado con esos hermosos ojos azules, aquellos que con mirarlos te enamorabas

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—Si esto es un sueño, ya deja de estar en mí mente Harry —Dije sin dejar de mirar sus ojos embobada.

—¿Estoy en tus pensamientos? —Cuestiono haciéndome entrar en razón de que esto no era un sueño —, eso es nuevo.

—¿Harry? —Exclame, como rayos había entrado sin que mí tía lo viera —, ¿Que haces aquí?

—Solo quería verte dormir, y me lleve una sorpresa —Me miro de arriba a abajo, me cubri con la manta al ver qué estaba en ropa interior, me había olvidado de ponerme mí pijama — lindos pechos, ¿Son reales?

—Claro que si, idiota —Le arroje con la almohada.

—Solo bromeaba.

—¿Como entraste? —Le pregunté y el comenzó a revisar mis cosas o al menos las cosas interesantes.

—Tu tía me abrió, le dije que tenía que decirle algo importante a Peter —Comenzo a explicar —, Peter se entró a bañar y ella se fue al trabajo. Te extrañe y quise subir a verte.

You're Still Mine | Harry OsbornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora