Blaire Jones Parker, una mujer en busca de encontrar la chispa de adrenalina que necesita en su vida. Aunque muchas veces lo que deseas está más allá de lo que puedes controlar:
-Vi algo bueno en ti, Harry.
-Lastima que solo sea un espejismo.
Harry...
Aún no entendía el plan de Harry, solo lo veía bastante exaltada y molesto. El hombre araña había resultado ser un completo hipócrita, le había negado la ayuda a Harry y eso solo me hacía pensar que le quedaba poco tiempo. Cicatrices tenía en sus manos, cuello y ahora estaban apareciendo en su rostro, me aterraba la idea de perderlo, no quería estar sola de nuevo. Solo debía ayudarlo, solo espero que su plan funcione o todo de iría a la basura; su chófer nos llevo hasta un lugar donde tenían mucha seguridad.
—Mantente en silencio, yo arreglo esto —Me dijo Harry y comenzó a bajar la ventanilla del auto.
—¿Puedo ayudarlo en algo?
—Si, quiero que abra la reja —Respondio — soy Harry Osborn, hay un paciente en aislamiento que tengo que ver.
—La señorita...
—No te preocupes por ella, es mí esposa —Anuncio, el hombre anoto algo en su libreta y nos dio la libertad de que entramos.
—Tengo miedo.
—No deberías tenerlo —Me quitó el cinturón — estás conmigo, nada puede lastimarte.
—Siento que aún podemos hablar con el hombre araña, tal vez...
—Demasiado tarde para eso —Bajo del auto, respire profundo para seguir sus pasos. El de seguridad nos dijo que lo siguiéramos, entramos al lugar y allí nos esperaba otro oficial, por su uniforme debía ser un superior.
—Joe, el es el señor Osborn de Oscorp —Anuncio, pero aquel oficial miro a Harry de una forma sospechosa.
—Perdón señor, pero nadie puede pasar sin gafete amarillo... —Harry le quitó el taserr al sujeto logrando darle electricidad logrando derribarlo, luego continuo con el otro oficial derribando a ambos.
—Las damas primero —Me mostró la tarjeta con una leve sonrisa en su rostro, le mostré la misma sonrisa pero nerviosa, el abrió la entrada para que pudiéramos entrar. ¿Era demasiado tarde para arrepentirse?
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Encontramos vestimentas que nos hicieron pasar desapercibido, mí respiración estaba acelerada del miedo que sentía, no quería lastimar a nadie, pero tampoco quería que nos lastimaran. Si nos descubren iríamos a prisión y estaríamos jodidos, bueno, al menos ir a prisión era una opción, otra sería que nos asesinen por entrar en este lugar. Harry tomo de mí mano para guiarnos por los pasillos hasta que encontró una alarma, la presionó y está comenzó a sonar y luces rojas aparecieron, teníamos poco tiempo.
—Necesito que esperes aquí.
—No quiero está sola —Me aferre a su mano, estaba muerta de miedo y alejarnos no era una buena opción.
