XIX

88 9 0
                                    

✧JUNTOS EN LO ESTRICTAMENTE NECESARIO✧

Cuando al fin llegamos a la fiesta, ya parecían ser las once y media pasadas.

Me dio miedo que Nick pensara que lo había plantado. Me dio un miedo irracional que ya se hubiera buscado otra chica con la que bailar.

Pero no fue así. Ese miedo, era i-rra-cio-nal.

Cuando llegamos nos dejaron pasar si preguntas. Me pregunto si me dejaban pasar porque me conocían o solo porque iba con los hermanos Walker. Como fuera, estaba entrando.

Estábamos a punto de entrar a la sala donde se celebraba todo, pero cuando uno del servicio fue a abrir la puerta, me acobarde.

Pensé que yo no encajaba ahí. En que tendría que estar abriendo la puerta a esos ricos. YO. Pero sin embargo, estaba vestida con un precioso vestido, a punto de disfrutar de la gala.

¿Me verían mal? ¿Sabrían que era una simple sirvienta? Yo no estaba a la altura de Nick, y me acobarde.

—Eve, vamos... —me dijo Bailee cuando se dio cuenta de que me había quedado atrás.

—Em... —me mordí el labio nerviosa. No debía estar haciendo esto—. Ahora entraré. Darme un momento para mentalizarme.

Menti, no me prepare, me fui a las cocinas.

Si Winona, Zenda o Zelva se enteraban me matarían. Si alguien se enteraba quien era realmente, se reirían de mí. Sabía cómo funcionaban, y también recordaba que esta gala estaba maldita.

No podía. Era una cobarde, no valiente, como mamá me había dicho que fuera.

Me sentí mal por defraudarla, pero algo me impedía entrar en esa gala.

Busque con la mirada a Izzy por toda la cocina. Olía de maravilla, y había mil camareros trayendo y sacando bandejas con comida y bebidas. Tan elegantes y a la vez, tan amargados. Se les veía en la cara que no lo estaban disfrutando.

Esa debería ser yo...

Encontre a Isobel preparando algo en los fogones, y me acerque, esquivando camareros que me miraban preguntándose que qué hacía yo ahí.

Le toque el hombro, y se asustó. Se dio la vuelta y me vio.

—¡Eve! —me abrazo fuertemente, como si temiera que me fuera a desaparecer, como en los últimos días—. ¿Dónde has estado? ¿Por qué no has respondido mis mensajes? ¿Estás bien?

Me preguntó más preguntas que no tenía ocasión de responder,hasta que me encontré a mi misma removiendo lo que fuera que había en la olla a mi porque ella me preguntaba.

—Izz, más tarde te cuento... —la corte, no me cabían más preguntas en la cabeza, y no estaba de humor para responderlas..

—Estás guapísima...

Me hizo dar una vuelta en ese espacio tan reducido.

Iba a decirle un gracias, pero entonces, llegó a la parte que quería evitar.

—¿Que haces aqui si vas a la gala? —se cruzó de brazos, y seguí removiendo.

Me mordí el labio, y fijé mi mirada en la comida. Olía muy bien, no como mi situación.

Mañana me iría, no tenía sentido hacerme ilusiones con Nick.

—No voy.

Y ya no hubo más palabras mientras Izzy me observaba con detenimiento, intentando descubrir qué coño me pasaba si mi sueño de estar ahí, y no en las cocinas no se estuviera esfumando delante de mis narices y yo siendo consciente de eso.

Una Cenicienta DiferenteWhere stories live. Discover now