Acusado || Joerick

Capítulo 6

Erick

Mi corazón late con fuerza mientras absolutamente todo mi cuerpo tiembla.

Mi hermana lava mi rostro con agua, mientras varias empleadas se preocupan por mí desde la entrada del baño.

Mis padres, ambos, han decidido que lo mejor era terminar el cumpleaños en aquel momento que Theo se fue de allí.

Él... es demasiado parecido a Joel.

Su voz, aspecto físico y mirada es idéntica.

Realmente tiene que ser él, pero... ¿cómo? ví su cuerpo con mis propios ojos, ¿no?

Escucho pasos apresurados a lo lejos y mi hermana me comienza a secar el rostro con una toalla.

—Erick —Escucho aquella voz.

Me giro a mirarle y el chico de tez blanca no demora en moverse hacia mí.

Rápidamente, se sienta a mi lado y me abraza.

Respondo a aquello y continuo llorando.

—¿Dónde demonios estabas? —Digo con la voz quebrada.

Christopher suspira.

—Fui hasta mi apartamento, cuando salí vi todo el revuelo en redes sociales y supe que tenía que venir aquí —Avisa.

Asiento con la cabeza, algo extrañado.

Yanelis pasa por mi lado, dejándome completamente solo con Christopher allí.

Noto como les pide a las empleadas privacidad, y estas mismas no tardan en asentir y alejarse.

Es en ese momento, que con las lágrimas aún saliendo, mi mente comienza a desconfiar.

—¿Le viste? —Pregunto, alejándome un poco del chico.

Observo la reacción de Christopher, el chico en todo momento mantiene la mirada fija en mí.

—Vi los vídeos, esto es... frustrante —Asegura por debajo.

Noto como sus ojos se cristalizan, pero no llora.

—No es él, ¿cierto? —Cuestiono en forma de susurro, asegurándome de que nadie nos escuche.

Christopher mira hacia otro lado mientras pregunto aquello, seguramente preguntándose si era necesario decirme la respuesta a aquella pregunta.

Pero para mí, realmente lo es. Si hay alguien que nunca fue visto cercano a Joel, es él.

Christopher es sin duda la persona que perfectamente podría saber un plan de transfondo, aunque eso significase que por años me haya ocultado dicha posibilidad.

—No —Escucho que me dice, mirándome a los ojos con seriedad—. No es él.

Aquellas palabras suenan realmente frías de su boca.

Abro la mía, dispuesto a decir algo, pero luego simplemente me callo.

No tengo nada que decir.

Christopher bufa, y niega con la cabeza algo triste, mirando hacia el suelo.

—Lo siento —Suelta, niego con la cabeza.

—Lo siento yo —Digo, quitándome las lágrimas de mi mejilla y forzando una leve sonrisa—. Ya debería dejarle ir, ¿no es así?

El chico me observa, y luego sonríe, sin decir absolutamente nada.

Pasan varios minutos y finalmente me recuesto en mi cama, mirando el piso de la habitación.