Heredero al trono

Frustraciones

Parecía que en un abrir y cerrar de ojos había pasado una eternidad pero solo era un mes.

Loki estaba de lo más furioso con Thor por qué aún no había regresado y ni siquiera podía ir por él ya que tenía prohibido salir de Asgard aún y menos podía pisar Midgard por los destrozos que provoco la última vez que estuvo ahí.

Thor aún no sabía si era buena idea regresar, los gritos y regaños que Loki le daría era algo que no quería escuchar porque terminarían peleando de nuevo y quería evitar eso.

-Ten calma hijo mío, regresará pronto- decía Frigga
-Empiezo a dudarlo, solo nos quedan dos meses y ese rubio tonto no regresa- decía caminando de un lado al otro
-Todo saldrá bien, lo prometo- tratando de calmarlo
-No, nada saldrá bien, estamos a poco tiempo de que se cumpla el plazo y aún no he podido quedar en cinta, todo por lo que luchamos se irá a la basura y no le importa- decía mientras limpiaba la lágrima de su rostro
-Yo no diría eso- abrazando a su hijo
-¿Por qué no?- cuestionó
- Intuición- aseguro la reina

Loki no sabía como estar más calmado, había tratado de evitar a Odín por qué estaba seguro de que le preguntaría por Thor y ya no sabía que más inventarse para librarse de él.

Le había dicho que estaba ayudando a los midgardianos, que estaba buscando flores exóticas, que había ido por unos libros que él quería, estaba buscando nombres, está festejando un cumpleaños; Se le acababan las excusas y por la ansiedad le daba más hambre de lo normal, así que si terminaba gordo en definitiva culparía a Thor.

Salió a caminar un rato para respirar aire fresco, al parecer la poción no había funcionado, a estas alturas ya debería de tener síntomas o empezar a verse un cambio en su cuerpo pero nada, estaba decepcionado.

Aún no podía creer que ninguno de sus trucos funcionará, era un hechicero muy bueno, de los mejores y no podía hacer nada por si mismo, ya no lo soportaba más, de poder ir a Midgard lo haría para arreglar las cosas con Thor pero al parecer ninguno de sus mensajes le llegaban, era evidente que a Heimdall no le caía bien al igual que a los tres guerreros que aún siendo el esposo de Thor no lo respetaban.