𝗛𝗢𝗢𝗗𝗜𝗘 𝗦𝗘𝗔𝗦𝗢𝗡 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍

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Para Seungmin era un suplicio, bueno, no tan así. Pero todos los días se despertaba queriendo que fuera de noche para que el tiempo pasara más rápido. Ir a la escuela, sus clases de danza y cuidar el jardín de la señora Bang eran lo único que lo distraía de pensar en Christopher, además de las eventuales salidas con Jeongin al cine.

Lo extrañaba mucho, quería abrazarlo, besarlo y mimarlo, sin embargo sólo era el tercer mes. ¿Cómo podría aguantar otro mes?

Seungmin se levantó de su cama, no iba a dejar que por extrañarlo se perdiera de hacer muchas cosas, a Christopher no le gustaría eso. Empezó por ordenar su cuarto y el resto de la casa que le había dejado su madre al fallecer. Se dedicó a estudiar el resto de la tarde porque ya se acercaban los exámenes y no quería fallar en ellos.

Estuvo tan ocupado en eso que cuando se dio cuenta de la hora, debía ir a la casa de al lado para cuidar el jardín de sus vecinos. Corría un viento fresco, pero en el apuro, olvidó colocarse su hoodie verde, el que siempre vestía al ir a realizar su labor. Sus brazos estaban descubiertos cuando llegó al patio trasero de sus vecinos.

Extrañaba mucho a Christopher, ¿por qué no podía dejar de pensar en eso?

—¿Saben algo? —preguntó dirigiéndose a las plantas del jardín—. Jamás pensé extrañar tanto a alguien, como de la forma en que extraño a mi mamá... Solo quiero ver a Chris y saber que está bien, quiero ver su sonrisa, abrazarlo y asegurarme de que es feliz. Solo debo esperar tres semanas más, ¿no?

El australiano suspiró y se dedicó a seguir con su tarea mientras cantaba canciones que alguna vez le cantó su mamá. Llegó a oscurecer, pero él seguía en su labor.

Recién dieron las ocho de la noche cuando se detuvo y se sentó en el pasto, había estado nostálgico todo el día, pero no podía evitarlo. Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando una brisa helada sopló a su alrededor, haciéndolo temblar. Tal vez si debió haberse puesto un hoodie.

Se abrazó a sí mismo al sentir el frío, sin embargo algo cayó en sus hombros y espalda, cubriéndolo de este. Abrió los ojos levemente asustado y sorprendido.

—No deberías estar acá afuera, en el frío, te vas a resfriar.

Y sus ojos ahora se llenaron de lágrimas, era imposible, ¿verdad? No podía ser cierto, Christopher regresaba en tres semanas, no podía estar ahí. No, no, esta era otra de las bromas que le hacía su cerebro, no podía ser verdad.

—¿Vas a ignorar a tu novio?

Se volteó temeroso que fuera alguna treta de su cabeza, pero lo vio ahí, de pie detrás suyo con esa hermosa y brillante sonrisa que amaba. Qué mala pasada le daba su cabeza.

—¿De... De verdad eres tú? He soñado demasiado con esto, que lo dudo mucho.

—¿En serio? —rió levemente y se agachó a su altura, para tomar su cara entre sus manos y así acercarlo. Sus labios estaban tan cerca y el corazón de Seungmin parecía no querer calmarse. Christopher finalmente lo besó y lo supo—. ¿Crees que soy real? Porque si no, puedo seguir besándote, no tengo problema.

Seungmin se lanzó a él, haciendo que terminaran tumbados en el pasto, mientras risas escapaban de ellos.

—¿Tu terapia acabó antes? ¿Cómo te sientes? ¿Funcionó? ¿Por qué no me avisaste que regresarías antes? Eso no se hace, Chris hyung.

—El psiquiatra dijo que la terapia había tenido asombrosos efectos en mí, por eso terminé antes y sólo tendría que regresar cada tres meses para hacerme un chequeo y asistir cada semana a terapia.

—No sabes lo contento que estoy por ti. En serio, lo único que quería era que ya no pensaras así de ti mismo, eres la mejor persona que he conocido y no te mereces sufrir.

Christopher no dejaba su sonrisa y ese era el mejor regalo que podía recibir Seungmin, eso y tenerlo con él. Había esperado mucho para poder tenerlo entre sus brazos sin el temor que tuvieran que separarse otra vez, no lo volverían a hacer, ninguno permitiría que eso pasase.

—Y... ¿Cómo fue la última etapa de tu tratamiento? ¿Te costó mucho? ¿Fue agotadora?

El mayor rió al verse bombardeado de preguntas otra vez, así que tomó su mejilla acariciando las hermosas constelaciones que poseía sus mejillas y le dio un casto beso.

—¿Qué tal si vamos adentro? No creo que te haga bien estar así en el pasto y con este frío.

Ambos terminaron en la cama del mayor, acurrucados y llenándose de mimos y besos. Después de Seungmin saludara a la señora Bang, subieron por las escaleras hacia la habitación de Christopher. Todo estaba tal cual lo había dejado, hasta pudo ver una mancha de café en su pequeña alfombra.

—¿Sabes que te amo demasiado?

Seungmin fingió pensar, rascándose levemente su barbilla—. Bueno, ahora que lo dices, creo que debería pensarlo un poco.

El contrario frunció el ceño, algo molesto.

—No debes pensarlo, es verdad, te amo mucho, muchito, te extrañaba tanto.

—No voy a dejar que te vayas otra vez —habló determinado y levantó el meñique con el claro propósito de hacer sus palabras una promesa. Al verlo, Chris entrelazó sus dedos con una sonrisa en el rostro.

—Te prometo que no te dejaré, Kim Seungmin, ni aunque quieras.

—Te prometo, Christopher Bang, que si te llegas a ir de mi lado, te buscaré hasta el fin del mundo.

Sus dedos yacían unidos y en ellos todo el amor que se tenían, no había nada más aparte de eso. Sólo eran ellos dos amándose de una manera en que nunca pensaron amarse. Eran todo lo que podrían desear alguna vez, eran su alegría mutua, su comprensión, su amor.

Porque fueron, son y serán mejores amigos para toda la vida.

Porque descubrieron un nuevo mundo en cuanto se besaron por primera vez.

Porque nada podría volver a ser como antes y no les molestaba eso.

Fin.

Otra historia terminada :'), muchas gracias por el cariño y apoyo que le han dado a esta adaptación, fue muy hermoso escribir esta obra de arte, originalmente la historia es Changlix (aunque de seguro se dieron cuenta antes), así que recuerden apoyar la historia original también <3

Estaré subiendo el extra dentro de poco, ¡muchas gracias por leer! >.<