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Agradecía a los dioses que aquella mañana fuese sábado y no tuviese instituto, porque después de todo lo que pasó ayer lo último que quería era tener que ver a Yoongi en clases. Ya eran casi las 12 así que por fin me levanté de la cama y aún en pijama me dirigí a la cocina. Cuando estaba llegando encontré en un mueble una carta con mi nombre.

La abrí y había bastante dinero y una nota:
"Que el vestido te cubra mínimo hasta las rodillas"

Tendría que llamar a Mei y a Nao para que me ayudasen a escoger algo bonito para aquella noche. Aunque Taehyung fuese un tormento no podía dejarle mal delante de sus socios. Se lo conté a las chicas y antes de poder a penas cambiarme de ropa el coche rojo de Mei esperaba en la entrada de la casa. Cogí el dinero, aunque me parecía una cantidad extrema para un vestido que solo utilizaría una noche.

Mei nos llevó a una bonita tienda del centro mientras en el coche sonaban canciones de One Direction. En fin, aquella chica nunca superaría a ese grupo.

-Mira tn, deberías probarte este. 

-¿Cuál?

Nao apareció con un vestido negro entre las manos. 

-Es super sexy. -Dijo riéndose. 

-Creo que el señor Kim me mataría si me visto así, es un anticuado.

-¿Anticuado? -Preguntó Mei - ¿Qué te parece este entonces? 

Todas nos empezamos a reír cuando Mei nos enseñó un vestido de flores bastante feo que parecía un camisón de señora mayor.

-Sin duda ese le encantaría. -Dije entre risas. De repente mi mirada se posó en un vestido verde esmeralda. Me acerqué a él y cogí la percha. -Chicas... 

-¡Tn, es perfecto! -Exclamaron ellas - Deberías probártelo.

Una de las chicas de la lujosa tienda me acompañó al probador y me ayudó a subirme la cremallera. Salí y mis dos amigas esperaban en un sillón enfrente de los probadores.

-¿Qué os parece? -Pregunté ya que ellas no decían nada.

-Tn, es perfecto. 

-Me siento una señora con esto. -Dije mirándome en el espejo.

-Pareces una princesa. -Contestó Mei.

-A Taehyung se le caerá la baba -Agregó Nao. 

-¡Oye! -La reñí. Me volví a mirar en el espejo. No estaba acostumbrada a aquel tipo de ropa, pero la verdad que era un vestido precioso. Tenía un corte que dejaba ver parte de mi pierna derecha al caminar y le daba un toque especial. 

Minutos más tarde salía con una enorme bolsa blanca adornada con un lacito negro. Las chicas me llevaron de nuevo a la casa de Taehyung y nada más entrar subí a mi habitación para comenzar a cambiarme. Me duché y me puse el magnífico vestido verde.

Para cuando terminé un par de coches lujosos habían aparcado ya frente a la casa así que bajé a la vez que terminaba de ponerme un pendiente que se resistía a entrar en el pequeño agujero de mi oreja.

-Vaya... -Susurró Taehyung haciendo que levantase mi mirada y la clavase en la suya.

-¿Qué? -Pregunté seca.

-Hoy ya no parece que tengas 14.

-No sé si tomármelo como un cumplido.

-Vamos ya a la mesa.

Entramos al comedor. Aquellos últimos días había comido siempre en la cocina y nunca había pensado siquiera utilizar la enorme mesa de madera negra del comedor. Feng había puesto una vajilla que parecía increíblemente delicada. Llegaron un par de parejas que rondarían los 40 años, incluso Taehyung se veía joven entre ellos. Les recibimos y me presenté.

Daddy issues ˚。⋆୨୧˚Where stories live. Discover now