"Camino a la Gloria ✨"✔

2. La Beca!

Capítulo dos 

El ruido de una impresora trabajando se escuchaba por toda la habitación. Yo me encontraba acostada en la cama viendo mi celular, mientras, Alison hacía trazos y bocetos en su tableta de dibujo. Se dejó de escuchar el ruido, Alison se levantó de la silla y se acercó a mí con una hoja en la mano.

—¿Y, qué te parece? —Puso la hoja enfrente de mí, la cual tenía impreso un boceto de un enterizo color negro con pedrería del mismo tono que venía desde el cuello hasta la cintura.

—Me encanta. —Se esbozó una sonrisa en mi rostro—. Pero, ¿segura de que te dará tiempo de hacer esto y el trabajo final?

—Claro que sí, además si tu me ayudas a coser terminaremos a tiempo.

—Está bien, si tú lo dices... —Me levanté de la cama dejando mi celular por un lado—. ¿En qué te ayudo?

Se acercó a una caja, la cual arrastró hacia nosotras y sacó varias telas escogiendo algunas—. Trae el maniquí.

Tomé el maniquí que estaba en una esquina y lo llevé al centro de la habitación. Alison ya tenía el metro en las manos.

—Ahora te tomaré las medidas que necesito, ya sabes qué hacer.

Terminó de tomar mis medidas y yo le ayudé con las suyas, ella me enseñó como hacerlo hace un par de años cuando le ayudaba con un vestido de dama para la boda de su tía.

Pasó un rato y empezó el proceso para crear nuestros vestidos para la fiesta. Trabajamos dos o tres horas más o menos hasta que decidimos tomarnos un descanso.

Nos encontrábamos viendo una película mientras comíamos unos nachos y unas palomitas. Discutíamos sobre cuál de los dos protagonistas era el mejor, cuando de pronto surgió el tema de la beca...

—¿Sabes? Estaba pensando que vivir en los Ángeles quizás no sea tan interesante como creíamos, además, que tal si hay cosas que no entendamos o que nos de nervios hablar en otro idioma. —Alison habló tomando un puñado de palomitas.

Le di una pequeña sonrisa—. Tienes razón, no importa que no entremos, todo pasa por algo, por lo menos estamos juntas. —Tomé un nacho y lo llevé a mi boca.

—Ellos se lo pierden, pierden a las mejores chicas que pudieron haber recibido en su institución, ¡pierden la oportunidad de ayudar en la formación de las futuras artistas más famosas del mundo! —Luego de su "discurso" ambas nos echamos a reír.

—Tienes razón que se vayan a la chin...

En ese momento el sonido de notificaciones provenientes de nuestros celulares, los cuales se encontraban en la cama nos hizo dejar de reír, ambas volteamos a vernos, nos levantamos y corrimos a verlos.

—¡La beca! —dijimos al mismo tiempo viendo que había una notificación de un correo.

—Ay Dios mío, ¿y si dice que no? —Llevó su mano a su boca y mordió la uña de su dedo pulgar.