Sinopsis:
Gabriela una chica de 17, latina, de clase media, que junto a su mejor amiga sueñan en convertirse en unas grandes artistas, juntas logran conseguir una beca en una universidad de artes en Los Ángeles California y un lugar en una reconocid...
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Capítulo cinco
Narra Jasson
Saqué a bailar a Gabi, los cuatro estábamos bailando muy contentos y disfrutábamos del momento, de pronto sentí una mirada sobre mí, volteé a ver detrás de mí y a lo lejos vi a Cáterin observándonos mientras murmuraba algo con sus amigas. Tenían la mirada puesta en Gabriela y yo sabía la razón del por qué la miraba así, ella era un poco celosa cuando la veía conmigo, a veces pensaba que la cambiaría por Gabriela.
*Flashback*
(Un día antes)
—¿A dónde vas? —preguntó rápidamente al ver que salía de la sala en la que se estaban terminando de preparar algunas cosas para la fiesta.
—Voy a ver a Gab —dije regresando mi mirada a ella.
—La viste ayer, ¿no puedes esperar a que terminemos esto? —Se acercó a mí.
—Le prometí que la ayudaría con unas cosas.
—Claro, y enseñarle trucos en la patineta es más importante que estar con tu novia. —Se cruzó de brazos.
—No, pero, solo le dije que la ayudaría.
—Ah claro, la ayudarás, sí cómo no, seguramente la llevarás a pasear al bosque otra vez, ¿no?
—¿Cómo sabes que la llevé al bosque?
—¿En serio crees que no me enteraría de su pequeña cita? —Rodé los ojos.
—No era una cita, ¿por qué todos piensan eso?
—No lo sé, quizás sea porque pasas más tiempo con ella que con cualquier otra persona.
—Ay, ya basta, llevamos menos de tres semanas saliendo y cada vez que menciono a Gabriela te enfadas y te pones celosa, no entiendo.
—Si tanto la quieres y la defiendes por qué no te vas de una vez y dejas que termine todo sola.
—Lo único que quiero es que mi novia y mi mejor amiga se lleven bien, ¿es mucho pedir? —Ella no emitió ninguna palabra o sonido, solo se quedó allí parada viéndome fijamente a los ojos, bajé la cabeza y di un suspiro—. Está bien, me quedaré a ayudarte.
—No, puedo terminar yo sola, ya me demostraste que la quieres más a ella. —Se dio la vuelta para regresar con sus amigas quienes estaban sentadas en uno de los sofás.
—Ey, vamos. —La tomé del hombro para que volteara a verme de nuevo, volví a soltar un suspiro—. ¿Qué quieres que haga para demostrarte que sí te quiero? —Su expresión cambió de molesta a un poco seria, pero al menos ya no estaba tan molesta.
—Quiero que me digas que jamás me cambiarías por ella y que jamás saldrías con ella.
—Está bien, yo jamás saldría con Gabriela y jamás te cambiaría por ella.
