1. Recién Llegada

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Era jueves, 7:57 am. Una mujer se apresuraba a entrar en el elevador antes de que las puertas cerraran. Afortunadamente, había un sujeto que volteó y sostuvo la puerta para ella.

Le agradeció al tipo mientras ajustaba con cuidado su pequeña figura entre el montón de personas, asegurándose de que el té para llevar que sostenía siguiera en una sola pieza.

Tan pronto como las puertas se abrieron en su piso deseado, salió de inmediato -casi corriendo-para tratar de llegar a su estación antes de que el reloj marcara las ocho en punto.

-¡Buenas, Irene! Justo a tiempo, ¿eh?!- Una voz dijo desde atrás.

Irene se giró y vio a su amiga acercándose. -Hey, Krys, ¿cómo estás?

-Mmm, un poco estresada. Mi compañera de trabajo no estuvo aquí por días,- dijo Krystal, haciendo reír a Irene. -Aunque estoy sorprendida, creí que estarías de permiso hasta el viernes.

Irene dejó caer su bolso sobre la mesa. -Solo fueron vacaciones de tres días. No me puedo permitir tomar toda una semana sin trabajar y tener que atender interminables trabajos atrasados cuando regrese, sería suicidio.

-Ahora que lo mencionas, he estado rindiendo tiempo extra los tres últimos días solo para compensar de alguna forma a los clientes.

-Lo siento, te compensaré. Lo prometo.

-Está bien. Es casi fin de año y aún no te habías tomado un día de descanso. Deberías relajarte de vez en cuando, Irene. Eres adicta al trabajo.

-Realmente no. Es solo que no tiene sentido tomarme un día libre y doble carga de trabajo después.

-Como sea, estoy contenta de que te escaparas al menos una vez.

Tras iniciar sesión exitosamente en su computadora, Irene se compuso a sí misma, reclinando su trasero en la mesa, el té en su mano derecha. -Entonces, ¿cómo van las cosas aquí?.

Krystal se posicionó juntó a Irene. -Bueno, lo mismo de siempre. Trabajo con los clientes que no parece parar de llegar.

Previendo la cantidad de pendientes de que debe ocuparse, Irene suspiró. -Supongo que deberíamos comenzar a hacer los artículos ahora. Puedes mandarme por email todo lo...

-Oh mierda.- Krystal se cubrió la boca con una mano, sus ojos siguiendo algo.

La interrupción hizo que Irene recorriera la línea de visión de su amiga y vio a una mujer de cabello largo caminando hacia el baño de damas. No pudo percibir el rostro de la persona por la gorra que cubría casi la mitad de su cara.

-¿No es ella una visión? - Preguntó Krystal.

Irene comenzó a contestarle, pero no pudo formar una palabra. Miró de vuelta a la entrada del baño de damas y luego a su amiga. -Yo no... no sé.

-¿Viste su cara? Es superlinda, ¿no?-. Krystal se rio sofocadamente. -Tienes que admitir que ese es un verdadero bombón.

Irene hizo una mueca. -¿En serio Krystal? ¿me estás haciendo esa pregunta? Sabes que yo no juego para ese equipo.

Krystal resopló. -Okay. Sé que esto no es realmente lo tuyo, pero ¿podrías por favor ayudarme está vez? Quiero conocerla.

-¿Ayudarte con qué?,- preguntó Irene confundida. -Espera, espera, espera... ¿Cuánto lleva trabajando aquí? ¿Por qué no la había visto antes?

-Acaba de empezar esta semana, el lunes. Estabas fuera, ¿recuerdas?

-Oh ya veo, ¿en qué departamento?

HERSHE (Seulrene - Español)Where stories live. Discover now