Capítulo 5

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Estaba sentado en una camilla, Ashton estaba revisando mi pulso y mi presión. La cortina se abrió de golpe dejando ver un par de cabellos rubios, una chica se había tropezado y tirado algunas cosas.

-Lo siento.- Se excusó y se marchó enseguida. Nosotros no le dimos demasiada importancia y seguimos con lo nuestro.

-El proceso se realizará esta noche en tu casa, tus recuerdos serán debilitados y eventualmente borrados. Y en la mañana cuando despiertes será como haber tenido un sueño.- Explicó. Se escuchaba como algo tan simple, pero sumamente retorcido. Me voy a la cama una noche y despierto al día siguiente sin saber que viví otra vida. -¿Alguna vez tomaste tanto que al día siguiente no podías recordar lo que hiciste anoche?

-No realmente.

Cuando era un bebé les dijeron a mis padres que había nacido sin un riñón. No fue hasta hace un par de años que me dijeron que mi riñon se había recuperado casi por obra de arte y fue entonces cuando comencé a tomar en pequeñas cantidades. Louis parecía tan ofendido al dedcubrirlo que creí que saltaría sobre mí.

Reí bajo por ello y Ashton me miró curioso, desvíe la mirada hacia mis manos en mi regazo. -He tomado más de lo normal últimamente, pero nunca hasta perder la conciencia.

-Bueno, hoy lo experimentaras.- Así finalizó la conversación.

Salimos del consultorio y nos dirigimos a una de las tantas salas del pasillo. Abrió la puerta sin aviso y se hizo a un lado para dejarme pasar. Ahí estaba el chico de las papas, con una bata blanca y unos lentes, sentado en su silla jugando con su pluma hasta que nos vio y se levantó.

-Liam, te presento a Niall Horan. Niall, él es Liam Payne.- Después de la introducción de Ashton, el chico sonrió hacia mi y estrecho mi mano en la suya. -A partir de ahora estarás en sus manos, él va encargarse de que el procedimiento sea exitoso. No te preocupes, va a cuidar bien de ti.

-Así es. No tendrás que armar otro alboroto afuera de mi puerta.- Bromeó en un acento irlandés muy marcado y soltó la risa más contagiosa que he escuchado cuando mi cara se torno roja de vergüenza. Ashton sonrió entretenido y palmeo mi hombro como consuelo antes de salir de la habitación.

Niall me guió hasta una silla parecida a las que tienen los dentistas y me pidió que me sentará. Me colocó una especie de casco y marcó el punto que la máquina indicaba en cada lado de mis cienes con un plumón.

-¿Ash te explicó lo que haremos aquí?- Preguntó mientras tecleaba algunas cosas en la computadora. Asentí, pero no me estaba viendo así que hice un sonido de afirmación. -¿Te importaría recordármelo?- Se giró a verme y yo levanté una ceja en confusión. Sonrió y me explicó pacientemente. -Necesitamos evaluar tus lecturas y al trabajar con un recuerdo reciente sabremos si las actividades de tu cerebro son positivas para poder proceder con el resto.

-Oh, de acuerdo. Dijo algo sobre hacer un mapa, pero no estoy muy seguro.- Divulgué mientras él miraba las letras y números que aparecían en la pantalla.

-Sí, eso es correcto. Sencillo, ¿no? Nunca entendí porque insiste en dar la versión larga.- Volteó con una linda sonrisa. -Ni siquiera yo entiendo lo que dice.

-Estoy confiando en que no explotes mi cerebro, así que más vale que lo entiendas.- Sonreí cuando el volvió a reír.

Me gustaba ese chico, era agradable pasar un rato con alguien que no se toma las cosas muy en serio y te hacen sonreír con tan solo tenerlos cerca. Era muy difícil para mí sentirme cómodo y tranquilo con alguien últimamente.

-Me agradas Liam Payne, es una lástima que para mañana ya no me recordaras.- Dijo con una sonrisa triste y la mía se borro completamente. Se paró y se acercó con una de mis cajas. Eso me regresó a la realidad de lo que estábamos haciendo y ni la brillante personalidad de Niall pudo hacerme sentir mejor. -Te mostraré cada cosa y tú vas a concentrarte en el recuerdo que conlleva, ¿bien?

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