¿Cuál es la prioridad?

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¿Porqué esperar hasta que todo estuviera roto?

¿Donde está aquello de lo que me enamoré?
Ahora no se donde quedó, solo recuerdos que recorren mi cabeza cada que la luna aparece.
Busco escapar, dejar todo atrás y borrar las huellas que me dirigen al pasado, pero el dolor invade de nuevo y me veo obligada a voltear, cada palabra me inunda, me siento ahogada entre letras de odio y desprecio.

¿Y aquel calor que me abrazaba en días de frío dolor? Ya no siento aquello, solamente la helada indiferencia que me ataca. Encerrada en una habitación de blancas paredes, hablando con la nada.

Donde quedó todo lo bueno, las risas y momentos de luz, ahora solo hay negro, oscuridad que arrasa la poca estabilidad mental que me queda.

No quiero abandonarme, quiero dejar de dañarme, cada pedazo de mí pide a gritos un poco de comprensión... no podré ganar contra sus palabras, aunque luche, al final todo vuelve a comenzar, la verdad queda incierta y vuelvo a dudar de cada individuo.
Me siento como un animal salvaje, creyéndose libre y dueño de su propia realidad y futuro pero en cualquier momento otro puede atacar, destruir todo lo creado y ahora lo único que queda es sobrevivir.

Cartas de madrugadaWhere stories live. Discover now