C²⁹. Soborno

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Biel:

«A ti» eso a dicho.

Solos dos letras se graban en mi mente,me tiene,claro que me tiene y siempre me tendrá.

No dudo ni un segundo en abrazarla,en sentir los latidos de su corazón al compás de los míos.

—Te amo—susurro sobre su cabello húmedo.

—Y yo a ti Biel—susurra de igual forma dejando un beso en mi mejilla,tomando mi rostro y recorriendo su mirada sobre mis ojos.

Ella ríe,seguro que piensa que es patético.

—Lo siento.

—¿Por qué? ¿Por mostrarme tus sentimientos y verte llorar por ello?

—Si—digo con voz casi inaudible.

No sé a qué se debe esto pero con ella,con ella todo es así. Soy como una capa simple y delicada,a veces fuerte o en su presencia,a veces débil.

—No te disculpes por ello,me gusta saber que no eres ese chico frío,o bueno, no conmigo.

Me hundo en el agua y nado para quitar las lágrimas que han escurrido sobre mis mejillas,odio llorar,nunca lo había hecho. Mi madre alguna vez dijo que yo era de esos niños especiales que no sienten nada desde nacimiento, porque bueno,tampoco llore en mi nacimiento como los demás niños,incluso llegaron a pensar que estaba muerto.

Bajo hasta la superficie y me quedo unos segundos ahí,apreciando la nada mientras siento que me llama.

—¡Biel!—escucho gritar a Emma.

La nada sigue ahí,el fondo es oscuro,llamativo y tentador,pero no tanto como la voz de la superficie así que desciendo. Voy arriba,pasó mis manos por mi cabello y después mi cara.

—¿Estás bien?—yo asiento mientras salgo del agua y estiro mi mano a su dirección.

—Vamos,es hora de irnos.

Ella toma mis manos y sale del agua,su ropa escurre al igual que la mía,pero su rostro emana una felicidad inexplicable y rara.

Caminamos por el camino marcado para subir las pequeñas montañas e ir hasta donde está el auto.

En el camino ella no habla,va frente mío y yo recolectó algunas flores que me encuentro en el camino.

—Tengo un traje mío en la cajuela,deberás ponértelo para no resfriar te.

—¿Y tú?—para cuando llegamos al auto.

—No importa,me puedo secar en el camino a casa—se cruza de brazos y niega.

—No,póntelo tu.

—No seas terca Emma—le tomo la mano y pongo el pequeño ramo que he formado en la palma de su mano,para después cerrarla y dejar un beso en su frente—Eres igual de linda que ese flores.

Sonríe de oreja a oreja y las huele.

Voy hacia la parte trasera del auto y abro la cajuela para sacar el traje que había comprado días antes.

—Puedes ponértelo debajo...—no termino cuando la veo semidesnuda tapándose del frío con sus manos—oh desnuda igual se puede.

Voy hacia ella y le pongo encima de la espalda el saco para que la tape un poco del frío. Abro la puerta del auto de su lado y se sienta para ponerse el pantalón.

—Eso podrá taparte un poco en lo que tú ropa se seca.

—Gracias—no digo nada y me quito la camisa para ponerme la del traje,lo demás podrá esperar.

Fragmentos De Un Amor Incomprendido [LIBERTAD Y CONDENA] © +18 TERMINADAWhere stories live. Discover now