"Una semana sin Haechan"
Donde Mark está cansado de la existencia del maknae de su grupo, a lo que le ruega al universo su desaparición total de este en su vida, pero nunca se esperó que sus plegarias fueran tomadas tan literalmente.
¡ADAPTACIÓN!
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Era raro, definitivamente todo lo que ocurría era raro.
Luego de tener ese raro sueño despertó de un salto de su cama, con una capa de sudor cubriendo completamente su cuerpo acompañado de aquella sensación de miedo y resentimiento.
Su cuerpo se sentía denso y su respiración era agitada, pero restregó sus ojos para luego abrirlos de manera lenta para poder adaptarse a la luz que entraba por la ventana de la habitación.
A decir verdad, nada había cambiado.
Sus ojos volvieron a picar, tal vez era estúpido, pero en su interior tenía aquella esperanza que decía que podría volver a su universo, pero el mundo parecía darle cualquier señal menos una positiva.
El peliazul se levantó de su cama para acercarse a su ventana y cerrarla, era invierno, por lo tanto el frío era bastante presente en la ciudad de seúl por lo que no era bueno tener la venta abierta mucho tiempo.
El horario en su reloj marcaban las ocho en punto, por lo que tomó un suspiro al recordar que era sábado y por su suerte no tendría prácticas.
Con su mirada recorrió toda la habitación, aquella habitación la cuál estuvo viviendo los anteriores dos años con sus compañeros de grupo. Definitivamente no era la habitación más linda del mundo, su pared era totalmente blanca mientras que algunos cuadros – que Johnny y Jaehyun lo obligaron a colgar – decoraban la habitación. Su mirada se centró en aquéllos peluches qué estában encima de la silla la cual generalmente se sentaba a escribir algunas letras de canciones las cuales jamás lograban terminar.
Se sentía extraño, por más raro que sonara, sus compañeros de grupo no tenían peluches, nisiquiera Jungwoo siendo el "maknae" de su "nueva" agrupación le gustaban los peluches, era algo muy extraño a su parecer. O tal vez era el simple hecho de que se acostumbró a que un coreanito con cara de masita tuviera un increíble amor hacía aquellos peluches.
Sonrió algo triste al ver aquéllos peluches, por lo que tomó uno que tenía forma de molang y lo acarició de manera suave, para luego sentir el perfume de aquel tierno animal de felpa. Abrió sus ojos al sentir aquel aroma, quizás su olfato no era el más sensible del mundo, pero podría distinguir aquel aroma a vainilla en cualquier parte.
El canadiense parecía un animal buscando a su dueño en todas partes, no le bastó con recorrer toda la sala en busca del menor, si no que también entró en cada habitación de los miembros, llevándose una riña de Johnny, el cual dormía plácidamente en su cama. Pero terminó por llevarse una decepción al ver que ni el coreano ni Jaehyun y Doyoung se encontraba en la casa.
— ¿Qué te pasa? – esta vez habló el mayor, con un tono de somnolencia.
No hubo ninguna respuesta.
El peliazul regresó a la sala, sentándose en el sofá mientras observaba aquel peluche el cual aseguraba que no se encontraba el día anterior en su habitación.
