✧.˚ A one week without haechan | markhyuck

𝙀𝙭𝙩𝙧𝙖¡¡

Se sentía algo perdido.

Era increíble como las cosas habían cambiado en cuestión de un tiempo, a ya punto que ya para tres meses después del comienzo de 2016 su grupo ya estaría teniendo un debut exitoso.

Cada integrante tuvo un desarrollo diferente, pero definitivamente el que más daba que pensar era el de Donghyuck. Tenía unas leves ganas de llorar.

Aquel pequeño que conoció con recién cumplidos trece años de edad ya era un tierno chico de dieciséis años que ya casi rebasaba su altura. Mientras que sus rasgos físicos cambiaban de una manera rápida, sus facciones cambiaban y de afinaban, dando como resultado lo que Mark no quería aceptar. Donghyuck estaba creciendo y la manera en la que lo hacía dolía y costaba admitirlo.

Lo único que Mark agradecía en mil idiomas y maneras diferentes era que la personalidad del menor nunca cambiaba, seguía siendo aquel dulce y tierno niño que conoció hace tres años atrás.

Pero en aquellos momentos Mark tenía peores problemas que el llorar porque un coreanito con cara de bebé estuviera creciendo más de lo que él quisiera.
Mark comenzaba a sentirse frustrado, muy frustrado, luego de una pequeña pelea entre el y Hyuck, el menor terminó enfadandose y tomando distancia con Mark.

El problema con el distanciamiento era que mientras que Mark sufría Donghyuck solo lo ignoraba por estar con Jungwoo. No era que estuviera celoso de Jungwoo, simplemente le molestaba que otra persona tuviera la atención del menor de la agrupación.

Ok, mala jugada, el canadiense estaba muy celoso de que otra persona tuviera la atención del menor y aquello era muy notable en cuanto a la mirada del susodicho.

Para su mala suerte, el estar solo con el coreano era una situación muy incómoda, era un momento perfecto para matar a Jungwoo que simplemente al notar la situación incómoda decidió salir a "comprar" con Doyoung. Claramente ninguno de los dos parecía tener intensión de hablar, mientras que Donghyuck pretendía enviar mensajes con su celular, mientras que Mark solo mantenía su mirada baja y jugando con sus manos.

Mark logró escuchar un suspiro y el movimiento del menor, tomando impulso para levantarse del sofá para seguramente dirigirse a su habitación.

Por lo que Mark simplemente lo tomó del brazo, básicamente obligando al menor a sentarse en su regazo.

— Lo siento, juro no hacerlo nunca jamás. – escondió su rostro en el cuello del menor esperando una respuesta

Era bastante impulsivo, pero extrañaba estar de aquella manera con el menor, ya que amaba el hecho de que su corazón latiera de una manera desenfrenada. Eran pequeños gustos que solo el coreano podría darle de una manera única.

Bajando de su nube, el mayor no escucho
ninguna respuesta de parte de Lee, por lo que optó por dejarle un poco de espacio, para mirarlo a los ojos como un niño arrepentido.

— Perdóname... – habló con voz arrepentida mientras miraba al contrario de una manera algo vulnerables.

Al principio pensó que debería insistir más, solo hasta que escucho un bufido y esa distintiva risa del menor.

— Pensé que durarías más tiempo en dejar de lado tu orgullo – el más bajo sólo se acomodó más en el regazo de Mark.

— No es gracioso... Me hiciste sufrir por bastante tiempo ya. – Mencionó Lee algo ofendido.

— Mark fueron solo dos días... – el menor contuvo una risa esperando la respuesta de Mark.

— ...

— ...

— Eres una escoria. – el alto soltó un bufido con una expresión ofendida mientras que el menor solo se dedicaba a reírse de una manera molesta.

Luego de unos segundos el menor dejó de reír para recuperar el aire, pero en sus labios seguía presente aquella sonrisa burlona que moría por quitar de los labios del más bajo.

Ups!

El mayor aprovecho su cercanía para juntar sus labios con los del más bajo, logrando ver el los ojos del menor abiertos como platos acompañado de un lindo sonrojo.

Luego de unos segundos que parecieron horas para el mayor, se separó esperando una respuesta u movimiento del menor.

— Imbécil – el más bajo solo cubrió su cara escondiendo su notorio sonrojo.

— Niegame que no te gustó, tu sonrojo no me dice lo mismo – habló el mayor sonriendo de una manera traviesa – te amo Lee Donghyuck.

— Eres odioso, Mark Lee – el menor se ánimo a levantar un poco la visita de manera algo tímida, aún sintiendo sus mejillas arder

— Solo di que me amas así puedo volver a besarte. – dejó escapar una risita sabiendo que el menor no lo diría, ¿dolía? Si dolía, pero no se rendiría tan fácil

— Te amo Mark Lee – el mayor se sorprendió al escuchar aquellas palabras salir de la boca del menor – ahora bésame.

Algo sorprendido aún acercó sus labios a los del menor, formando un dulce y tierno beso cargado de los sentimientos que cada uno guardaba, dejando a flote el amor y cariño que se tenían.

Sus corazónes latían muy rápido y las mariposas comenzaban a revolotear más rápido y constantemente.

¿Esa era la hermosa sensación de ser correspondido por la persona que amas?

Si eso era cierto daría cualquier cosa porque ese momento durará mucho más que unos minutos.

Pero prefería no comerse la cabeza pensando en eso, y disfrutar cada segundo sintiendo los suaves y finos labios de su lindo y tierno Hyuckie.

— Te amo, mi chicle – se separó para ver los ojos del menor.

— Yo también te amo, mi chicle oficial – así es como inició otro dulce y tierno beso.

Uno entre los millones de besos que se darían en un futuro.