Yakuza! Mizuki : "Doce Caladas"

34 3 47
                                    

꧁ neutral reader || angst ꧂

︶꒦꒷♡꒷꒦︶

¡BANG!

El sonido de aquel disparo rebotaba en las paredes de aquel callejón, retumbando en tus oídos como el percutir de un tambor.

Las piernas te temblaban al caminar mientras intentabas con todas tus fuerzas llegar a algún lado. ¿A dónde? No sabías, a cualquier lado que no fuera allí.
La sangre empezaba a chorrear entre los dedos de la mano con la que te sostenías el lateral del torso, y tu conciencia tenía intenciones de perderse, pero no querías morir. Ni allí, ni así, ni a manos de tu mejor amigo.
Todo menos eso.

Tus miembros inferiores finalmente cedieron, haciéndote caer al piso entre las bolsas de basura y las botellas vacías de alcohol; y junto al ruido del vidrio rodando oíste los pasos de él.

—Corriste bastante para alguien que recibió tres balas— dijo con voz cansada, desinteresada incluso, hurgando en el bolsillo de su traje en busca de cigarros con una mano, y jugando con su arma con la otra.

—...El cuerpo humano... puede aguantar como hasta 20 tiros no letales... Me atrevería a decir 30, con mucha suerte...— lograste decir, con dificultad por el latido incontrolable de tu corazón y tu respiración agitada.

—Estás perdiendo mucha sangre y tu cuerpo necesita oxígeno. Yo que tú no lo desperdiciaría hablando.

—Como si me fueras a dejar vivir... Estúpido...

—Touché.

Mizuki sonrió de lado y se agachó en frente tuyo, entre tus piernas, dejando la pistola en el suelo y llevándose un cigarro a los labios.

—¿Me haces el favor?— inquirió, mostrándote el encendedor.

Hubo unos momentos de silencio en los que no hiciste más que mirarlo a los ojos, tratando de poner tus disipados pensamientos en orden y mantener los ojos abiertos.
Luego, tomaste el objeto, prendiste una llama y lo acercaste a la punta del cigarro.
El hombre aspiró profundamente, al tiempo que se quitaba el sobrero, dejando a la vista su cabello cyan amarrado en un moño desprolijo.

—Gracias— expresó suavemente, y abriendo levemente los labios, sopló la nube negra en tu dirección— Un cigarrillo dura alrededor de doce caladas, así que procura vivir más que eso, ¿okay?

Intentó recuperar el mechero, más antes de que pudiera hacerlo, pusiste el fuego en la herida de tu estómago.

Te había costado atreverte a hacerlo, sabiendo lo mucho que iba a doler, y vaya que dolía. Te retorciste como una babosa en sal bajo la atónita mirada del ojigris, soltando quejidos que inútilmente tratabas de callar y arrugando la cara en una expresión de aflicción.

—Wow, wow, wow, ¿qué haces?

Tiraste lejos el encendedor, dando grandes bocanadas de aire antes de articular palabra: —Intento... causar... coagulación... No quieres que muera aún... ¿no?...

—Dios... ¡Estás demente!— río Satoru, parando para dar una calada— ¡Jaja, amo eso de ti!

Se carcajeó un rato, como si estuviera perdiendo la razón, pero aún así esperaste pacientemente a que su risa se detuviera.

—Ah... Pero igualmente no puedo dejarte ir con vida, ¿sabes?— aunque con desagrado, asentiste. Tú le habías dicho lo mismo hace no mucho— Bien.

De nuevo hizo una pausa para inspirar el humo del cigarrillo.

—Sé que dije que te ahorraras las palabras, pero me quedan nueve caladas, así que...— se acomodó de piernas cruzadas en el piso, apoyando en su pierna su brazo y recostando su cabeza en su mano— Hablemos.

🅨︎🅞︎🅤︎ : [ OC One-Shots ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora