Koharu: "Alarmas"

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꧁ fem reader || fluff/angst ꧂

—Mhm...

Te despertaste gruñendo ante los rayos del sol que daban en tus ojos, como si algún niño raro de primaria quisiera quemarte con una lupa.
Te diste media vuelta, escapando de la luz que entraba por entre las cortinas, y con tu brazo tanteaste el lugar junto a ti en la cama, buscando a tu novia.

Al hallarla, tu mano trepó por su cadera, posándose en su estómago y atrayendola hacia ti en un abrazo, ocultando tu rostro en el hueco de su nuca.

—Buenos días, _____-san— dijo algo adormecida, colocando sus manos sobre las tuyas y entrelazando sus dedos.

—Lo siento, ¿te desperté?

—Nah— soltó en una leve risa,  acurrucándose más entre tus brazos. Dejaste escapar un sonido de desaprobación, viendo a través de su pequeña mentirilla— Bueno, tal vez un poquito.

—Perdón— las cubriste mejor a las dos con las sabanas y apretaste un poco el abrazo, hundiéndote más en el calor de su cuerpo y el aroma de su cabello— La próxima tendré más cuidado.

—Esta bie-

Antes de poder terminar de hablar, Koharu fue cortada por la alarma del despertador que marcaba las siete de la mañana.
Con una mueca, entendiste el brazo y callaste el despertador de un golpe.

—Maldito aparato, ¿cómo te atreves a interrumpir a mi novia?— maldijiste con voz ronca.

—Es un relojito, _____— te regañó con cariño.

—Pues odio ese relojito barato— resoplaste, volviéndote a acomodar en el colchón— Además es sábado... No debería sonar los sábados.

—Es que no sé como reprogramarlo...

—...Yo tampoco.

Se quedaron calladas un momento, contemplando lo inútiles que eran a pesar de ambas tener empleos difíciles y prestigiados. Eran renombradas en el trabajo, pero patéticas en la vida mundana.
Luego rieron, restándole importancia, y Naoka giró sobre sí misma para darte la cara.
Pasó sus brazos por debajo de los tuyos y enterró su cabeza en tu pecho, sonriendo.

—Estás calentita— susurró, haciéndote sentir su respiración y su sonrisa en tu piel, y obligándote a sonreír también.

—Me alegro.

Besaste su frente con amor y cerraste los ojos, queriendo volver a dormir, siendo abrazada por tu querida pareja.
Entonces sonó otra alarma.

—¿Y ahora qué carajos..?

Se sentaron en la cama, escaneando la habitación en busca del origen del ruido ensordecedor.
Bufaste y te levantaste del mullido lecho, acercándote a la ventana mientras tu chica se frotaba los ojos con cansancio.

Abajo, en la calle, un hombre bajó de su auto, que se encontraba peligrosamente cerca de donde estaba estacionado el tuyo, del cual provenía la sirena.

—¡Disculpe vecina!— gritó el hombre con expresión de pena— ¡Le toqué el carro sin querer, pero le juro que no quedó marca! ¡Y si quedó me avisa, vivo aquí al lado!

—Me lleva...— murmuraste sobándote el puente de la nariz, elevando luego la voz para responder al señor— ¡No pasa nada, ya lo apago, gracias!

Te diste media vuelta para ir a buscar las llaves, bajo la confundida mirada de Naoka.

—¿Qué pasó?

—Nos rozaron el auto.

—Oh...

Te apuraste en bajar las escaleras, desesperada por hayar las llaves y así apagar la alarma, para volver a dormir con tu amada.

🅨︎🅞︎🅤︎ : [ OC One-Shots ]Where stories live. Discover now