Hilo rojo (ItaSaku) EN PAUSA.

Capítulo 2 - 7: ...

Un tiempo después

El primer heredero, con 1 año y 5 meses ya caminaba de a poco por el jardín.

Sakura observaba al pequeño, sonriente, junto a Itachi a su lado como ya era costumbre. Solo ambos conocían el verdadero secreto, eran cómplices de un secreto que se llevarían a la tumba.

Sasuke llegó y se sentó a cenar junto a ellos, llegando también la madre real, pero no esperaban la llegada especial de una nueva invitada…

Por primera vez alguien aparecía en la mesa real. Todos observaron sorprendidos a la hermosa mujer, que de forma tímida saludó a todos y tomó asiento.

Sakura no se sentía disgustada, aunque probablemente la mayoría pensará que si. Ella ya tenía a alguien en su corazón, y que alguien se acueste con Sasuke le importaba muy poco, por lo que no le prestó atención y comieron en silencio.

Terminó su plato.
Sin ganas de socializar, sólo de querer estar con Itachi a solas, por lo que decidió marcharse más temprano.

—Pido disculpas su majestad, pero no me siento nada bien de salud, iré a descansar.

Mintió.

Sasuke le dio el permiso de retirarse y así lo hizo, la nodriza se encargaría de su hijo por lo que fue a su habitación sin preocuparse.

—Su majestad, con su permiso, iré a terminar algunos mandados —. Itachi la siguió detrás.

En ese momento la joven, que se encontraba en completo silencio, confirmó todas sus sospechas.
Mikoto se había marchado, por lo que se puso de pie y se acercó al rey abrazándole por la espalda, Sasuke sonrió, coqueto.

—Me tiene tan abandonada, su majestad. Esto fue lo único que pude hacer para que se acuerde de mi —Fingía una falsa tristeza.
—Me disculpo, señorita. Si desea, vamos a mi habitación y le doy toda la atención para recompensarla —Ella sonrió.
—Eso suena muy tentador —. agregó coqueta —pero mi rey, sabe… Me preocupó un poco el estado de salud de la reina, ¿no la vio un poco extraña hoy?
—Sí, tienes razón, llamaré a un médico para que la revisen.
—¡No! —se apresuró ella —Digo, no… Majestad —cambio su tono a otro más suave —Quizás con su visita ella podría sentirse un poco mejor, ¿no cree?, debería ir a visitar a su esposa, y yo lo esperaré en su habitación… Preparada.

Sasuke lo pensó un momento, aceptando la propuesta de su amante.

BINGO.
Celebraba ella.

El rey hizo que le prepararan un té a la reina, y junto a la sirvienta caminó hasta la habitación de su esposa, preocupado.

Sasuke:
Toqué su puerta, pero nadie respondió.

Por lo que abrí la puerta creyendo que ella dormía, sin embargo lo que vieron mis ojos era algo que nunca esperé ver.

La sorpresa era enorme, el enojo comenzaba a sentirse por mis venas de una forma brutal, quería golpear a alguien, asesinar. Era una ira irracional que se comenzaba a apoderar de mi cuerpo, y no podía detener.

—Pero ¿¡qué... Qué mierda significa esto!? —grité.
—Sasuke puedo explicartelo… —Ella intentaba justificarse.

Mire a mi hermano, asqueado, decepcionado, con odio.

—Acaso tú, ¿te has estado acostando  con mi propio hermano todo este… maldito tiempo?

Cuando entré ambos se estaban vistiendo, la cama estaba desordenada, y la habitación olía a sexo, sexo reciente.

—Sasuke… Yo… —Al verla acercarse a mí simplemente levanté mi mano y le di una bofetada, lo más duro que pude, con rabia, tirándola al suelo.